Campaña de Boicot Palestino durante el Ramadán
Publicado enNoticias /

Campaña de Boicot Palestino durante el Ramadán

Rompe tu ayuno, rompe tus lazos con la ocupación. En el 2005 se inició la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra el apartheid, la ocupación y el colonialismo israelí con un llamamiento de la sociedad civil palestina. La iniciativa está basada en el entendimiento de que ya que los beneficios de la economía israelí surgen de la ocupación, tendrá que ser iniciado un nuevo proceso de resistencia y de cambio. El Comité Nacional  Palestino del Boicot, desinversiones y sanciones (BNC por sus siglas en inglés), una amplia coalición de las mayores organizaciones palestinas, sindicatos, redes sociales y ONGs, es el cuerpo nacional e internacional de referencia para el movimiento global del BDS que se a desarrollado en la última década. Su junta está compuesta por 32 miembros, que representan los diferentes movimientos populares, asociaciones y redes de ONG.

El llamamiento al BDS es en primer lugar un llamamiento a la acción solidaria global pero también que el pueblo palestino bajo la ocupación está comprometido cada vez más en las campañas del BDS y de la antinormalización. De hecho, los boicots han sido desde el comienzo de los esfuerzos sionistas de colonizar Palestina hasta hoy una parte constante de la resistencia popular palestina. Para el periodo del Ramadán del 2016, que comenzó el 6 de Junio, el BNC ha estado trabajando para lanzar una campaña unificada de boicot en los territorios palestinos ocupados. Stop the Wall ha entrevistado a Mahmoud Nawajaa, el coordinador general del BNC para conocer más sobre la campaña.
 

Mahmoud, que clase de campaña has preparado para el Ramadán y cuál es la importancia de tener una en este momento?

La campaña de boicot que hemos lanzado para el Ramadán ha sido preparada durante un año en encuentros con grupos locales y organizaciones nacionales. A sido iniciada oficialmente el primer día del Ramadán, el 6 de Junio. Es una gran oportunidad para involucrar a más personas y aumentar nuestro alcance, recalcando que la unificación del pueblo palestino sin prestar atención a sus filiaciones políticas sobre la base de una lucha conjunta por justicia, libertad e igualdad es el corazón del movimiento del  BDS. Con esta campaña ponemos en el punto de mira aquellos productos que se compran comúnmente y específicamente durante el Ramadán, que difieren de los que consumimos normalmente. La campaña intenta llamar la atención entre la gente de que el comprar productos palestinos en vez de israelíes puede tener un impacto político y alentará al público palestino a hacer una elección consciente de resistencia popular durante las compras del Ramadán. Israel hace tiempo que se ha dado cuenta de que puede aprovecharse de las celebraciones del  Ramadán palestino ofreciendo los productos más importantes.
Los palestinos que viven en el TPO (OPT por sus siglas en inglés) compran cada año productos israelíes por valor de 14 billones de shekels. Israel se está esforzando para asegurarse de que estamos viviendo en un mercado cautivo y que estamos obligados a depender de muchos productos israelíes pero para una buena parte de ellos actualmente tenemos alternativas. Hemos hecho estudios que muestran que fuera de esos productos, hay alternativas fáciles de conseguir por un valor de 7 billones de shekels. Esto significa que con una campaña de boicot efectiva Israel perdería el 50% de sus exportaciones al OPT. Al mismo tiempo esto crearía 140 mil puestos de trabajo para los palestinos.
Queremos que la gente deje de comprar productos de cuatro empresas determinadas: Tnuva, Yafoora, Osem y Strauss. Solo la empresa de productos lácteos Tnuva vende cada año productos por valor de 18 millones de NIS en el mercado palestino. Mientras en Cisjordania aún tenemos alternativas, las agresiones  militares y las demoliciones israelíes han ayudado a asegurar que en Gaza Tnuva tenga un monopolio casi complete de las ventas. En 2009/2010, la ocupación israelí destruyó la empresa palestina Dalloul, que proporcionaba leche y queso diariamente a precios más baratos que los de Tnuva. Hoy, Tnuva ya no tiene competidor local y, en contraste con las empresas foráneas, se encuentra con muchas menos dificultades para asegurarse de que sus productos entren en Gaza.
Osem, otra empresa israeí que se aprovecha del mercado cautivo palestino, tiene empresas en las tierras de las aldeas palestinas destruidas, como en los pueblos de Najd, Tantura o Iraq Mansheya. Estas empresas apoyan todas activamente al ejército israelí con parte de sus beneficios.
Este año, queremos asegurarnos de que los palestinos musulmanes cuando rompan su ayuno cada tarde durante el Ramadán, contribuyan también a romper sus ataduras con la ocupación.

Como vas a convencer a la gente de no comprar productos israelíes?

La estrategia de la campaña es multifacética. Hemos dividido Cisjordania de acuerdo a sus diez distritos. Cada distrito estará a cargo de una campaña específica y de un blanco determinado. Si consideramos las actividades, están todas enfocadas en llamar la atención de la gente sobre como pueden apoyar la resistencia popular palestina sumándose al BDS.  Estamos trabajando para asegurar una fuerte cobertura informativa, desde TV a programas de radio, vamos a mantener talleres, enfocados a los sindicatos, a los sindicatos de maestros y a las coaliciones femeninas. Estamos organizando manifestaciones semanales contra las empresas antes mencionadas.
Durante el Ramadán trabajaremos a varios niveles. Para lanzar la campaña, hicimos tres manifestaciones, en Belén y en Beit Jala, donde están las empresas Tnuva, y Ya’fura. La próxima fase es galvanizar las campañas en los distritos de Cisjordania. Apoyados por la campaña informativa, lanzaremos esta campaña en Nablus, Ramallah, Belén y Tulkarem.
Vamos a estar presentes en todos los espacios públicos donde se reúna gente, pasen o hagan su compra, como supermercados, mercados, escuelas y hospitales. Le damos mucha importancia a hablar con la gente y hacerles darse cuenta de como hay una conexión directa entre comprar productos israelíes y apoyar las violaciones israelíes de nuestros derechos humanos y como el dejar comprar  un producto específico significa luchar contra la ocupación. De hecho la gente no tiende a relacionar los productos con las violaciones de los derechos humanos y que elegir no comprar productos israelíes significas apoyar la resistencia.

Este punto es muy interesante. El hecho de que estés trabajando y atrayendo la atención de la gente sobre  la relación directa entre economía y resistencia, y entre economía y violaciones de los derechos humanos, es un tema que potencialmente puede ser una estrategia total para defender y emprender acciones por los derechos humanos uniendo a la gente en todo el mundo.

Sí, creo que este es uno de nuestros retos principales  y una de las maneras más efectivas en la que podemos afectar al apartheid israelí y a la ocupación y obligarlos a reconsiderar sus políticas. En los últimos 10 años, el BDS ha logrado resultados significantes. El movimiento tiene un gran alcance  internacional, y ceo que ha sido tan exitoso porque es muy fácil actuar de acuerdo con él. Aunque la parte más difícil, como ya dije, es crear una relación consciente entre el producto y las violaciones de los derechos humanos. Ni siquiera los mismos palestinos relacionan a menudo esos dos temas, a menos que tengan lugar grandes eventos.
Durante la Guerra de Gaza, por ejemplo, muchos palestinos instintivamente dejaron de comprar algunos productos israelíes. Aunque el problema de tales episodios es que aquellos no están relacionados con una estrategia de pleno derecho y efectiva, sino que son una reacción a los ataques particularmente brutales de Israel. Por lo tanto es importante que en vez de ser reactivos, seamos proactivos. Tenemos que desarrollar estrategias que nos permitan mantener la resistencia a la ocupación mientras continuamos con nuestras vidas y hasta durante las épocas de ‘ocupación y represión ordinarias’.
La gente no debería rendirse ante una vida bajo la ocupación y el apartheid. Eso no es una vida normal. Su limitación de movimiento, su discriminación, sus colas en los puestos de control no son normales. Es solo que estamos acostumbrados. Deben tener presente que Israel trabaja no solo para colonizar nuestra tierra sino también nuestras mentes y nuestra cultura y que su colonización ha estado funcionando por casi 70 años. La colonización no solo limita nuestra vida diaria, sino que ocupa nuestros pensamientos. Un aspecto es que te acostumbras a vivir una vida donde tu dignidad es socavada diariamente. Eso significa también que desarrollas un sentimiento de inferioridad hacia quién ejercita violencia contra ti y te domina y empiezas a creer que ellos pueden producir mejores productos y ser mejores que tú. Esto, por supuesto, es una de las principales herramientas de propaganda israelí desde el nacimiento de su estado. Es la ideología colonialista que considera a los ‘árabes’ como una cultura inferior, incapaz de modernización y de las tecnologías de la cultura occidental. Israel se describe a si mismo como la única occidental, y por lo tanto superior, cultura en Oriente Medio. Esto está reflejado en sus estrategias de mercado, que presentan sus productos como los mejores, los más sabrosos y los más convenientes. La mayoría de las veces no es verdad. Por supuesto, la industria israelí apoyada por el estado que nos coloniza en ciertos aspectos es capaz de hacer mejores ofertas que nuestras empresas, pero generalmente los productos israelíes son más caros y debido a la producción masiva industrializada en su industria alimentaria, los productos israelíes normalmente son menos sabrosos y saludables que los palestinos.
Sin embargo, hay un esfuerzo continuado desarrollado por la ocupación para empujar a nuestra gente a seguir comprando sus productos, considerándolos mejores. Nuestro reto durante el Ramadán es convencer a la gente de la efectividad de su compromiso con el BDS y con que fuerza impactará sobre Israel, impactando en su economía. Las campañas locales del BDS también contrarrestan la colonización de nuestra cultura y de nuestras mentes, recordándole a la gente que podemos elegir y que elegimos justicia, esperanza y autodeterminación, especialmente cuando nuestra capacidad de acción está constreñida de esta manera.

Rompe tu ayuno, rompe tus lazos con la ocupación. En el 2005 se inició la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra el apartheid, la ocupación y el colonialismo israelí con un llamamiento de la sociedad civil palestina. La iniciativa está basada en el entendimiento de que ya que los beneficios de la economía israelí surgen de la ocupación, tendrá que ser iniciado un nuevo proceso de resistencia y de cambio. El Comité Nacional  Palestino del Boicot, desinversiones y sanciones (BNC por sus siglas en inglés), una amplia coalición de las mayores organizaciones palestinas, sindicatos, redes sociales y ONGs, es el cuerpo nacional e internacional de referencia para el movimiento global del BDS que se a desarrollado en la última década. Su junta está compuesta por 32 miembros, que representan los diferentes movimientos populares, asociaciones y redes de ONG.