Apartheid en Cisjordania: expansión del asentamiento israelí en Jayyus
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Apartheid en Cisjordania: expansión del asentamiento israelí en Jayyus

El 29 de noviembe los residentes de Jayyus despertaron encontrando que una nueva desgracia caía sobre esta aldea agrícola palestina, de 3.000 habitantes, en forma de una nueva confiscación masiva de tierras. Los campesinos de Jayyus vieron, al llegar a sus campos, que equipos de construcción estadounidense, retroexcavadoras Caterpillar D-9, destruían la tierra de cultivo del pueblo al oeste de la puerta norte, principal acceso que tiene Jayyus hacia sus tierras más allá de la “barrera de separación” construida ilegalmente por Israel. El equipo explicó a los habitantes de Jayyus que tenían órdenes del ejército para confiscar 850 dunums(*) y construir 80 bloques de viviendas. Los trabajadores advirtieron que finalmente se tomarían cerca de 2.000 dunums, casi toda la tierra que aún le queda a la aldea y que pertenece a 79 agricultores.

Se colocaron sobre estas tierras letreros provisionales escritos en hebreo, incluyendo uno que decía “Calle Sharon”. Los agricultores de Jayyus temen que la puerta que usan para acceder a sus tierras quede bloqueada, forzándoles a recorrer varios kilómetros más para llegar a ellas desde la puerta de Falamya en el norte. Esto añadiría más gastos a su trabajo, que ya ha dejado de proporcionar beneficios. Ahora los campesinos están manteniendo sus tierras para conservarlas vivas tratando de evitar que Israel las confisque bajo la Ley Otomana de la Tierra de 1858, todavía usada para embargar tierras “abandonadas”.

Los trabajadores dijeron que el nuevo asentamiento que están construyendo se llamaría “Zufin Norte”. A mitad de julio llegó un aviso del plan de confiscación, cuando un grupo de colonos y tropas del ejército israelí llegaron en autobuses y jeeps hasta la puerta norte y escenificaron lo que la Campaña Popular Palestina contra el Muro del Apartheid (StopTheWall.org) [1] califica como “juegos de guerra”, con algunos de los colonos en el papel de palestinos. Los israelíes filmaron su extraña puesta en escena y se marcharon. Más tarde los residentes de Jayyus encontraron en la zona postes con carteles con el nombre de famosos sionistas y supieron que más propiedades iban a ser confiscadas. Se abrió una nuevo camino de tierra hasta el asentamiento ilegal de Zufin, para el que ya se han confiscado 1.800 dunums de la tierra de Jayyus.

Jayyus continuó con su importante cosecha de higos, tomates y aceitunas, a pesar de las dificultades de los “permisos condicionales” para acceder a sus propios campos, que no se dan a todos los agricultores, además de la impredecible apertura y cierre de las puertas, a capricho de los soldados. Como consecuencia, algunas de las cosechas pudieron salvarse pero otras muchas quedaron en los árboles y cayeron al suelo.

Otro ominoso acontecimiento llegó en noviembre en forma de Orden Militar #04/75646-2004, que afectaba a las aldeas agrícolas en los distritos de Tulkarem y Qalqiliya. La orden establecía que “no se permiten construcciones a menos de 300 metros del lado este del Muro”, impidiendo el desarrollo de las ciudades ya cercadas dentro por la barrera y posiblemente preparando la demolición de los edificios ya construidos cerca de la valla. (StopTheWall.org [2], Dec. 1)

El 9 de diciembre los colonos de Zufin arrancaron 117 olivos en Jayyus, informó el diario israelí Ha’aretz. Los habitantes de la aldea dijeron que docenas de colonos, algunos de ellos armados, entraron esa mañana en el olivar de Mohammed Salim, residente en Jayyus, y comenzaron a arrasarlo con una retroexcavadora. Los pobladores avisaron a las autoridades de la Ocupación pero la policía y las tropas llegaron por la tarde, mucho tiempo después de que los árboles fueran arrancados. “¿En cuánto quieres comprar uno de mis árboles?” dijo uno de los colonos a alguien venido de fuera. Los árboles arrancados fueron enviados hacia Israel, posiblemente para acabar vendiéndolos en un vivero, comentaron los trabajadores de la construcción.

También el 9 de diciembre los campesinos se dirigieron a la autoridad militar del asentamiento de Kedumim para dar respuesta a los documentos de la compañía constructora. Comenzarían una batalla legal para demostrar que el comprobante de venta fue falsificado. Aparentemente se ha detenido el proceso de arrasar las tierras hasta que se produzca una sentencia del juzgado. Otro agricultor, Sharif Omar, posee tierra designada en el nuevo mapa para la expansión de un campo de entrenamiento militar israelí; ayer la autoridad militar israelí negó que su tierra hubiera sido confiscada. Su abogado supone que los militares planean usarla como una base “temporal”, lo que puede suponer meses o incluso años. Como a Omar no se le permitirá entrar en el área militar restringida, no podrá cultivar su tierra, por lo que probablemente morirán sus 1.300 olivos y árboles frutales. Sin embargo, no puede actuar contra esto en un tribunal militar hasta que oficialmente se le notifique desde el gobierno israelí.

Apartheid en Cisjordania.

En agosto de 2003, WW3 REPORT y un activista israelí de “Judíos contra la Ocupación” (organización con base en Nueva York) se dirigió al asentamiento de Zufin vestido como un colono religioso, y visitó al agente de ventas diciendo que quería comprar una casa. Es fácil llegar a Zufin: una ancha y bien asfaltada carretera entre asentamientos a través del paisaje de la Cisjordania ocupada, pasando por la ciudad de Qalqilya enjaulada por el Muro, sin detenerse en ningún puesto de control militar (checkpoint) que es el único modo de entrar o salir de la ciudad donde viven 40.0000 personas palestinas. La carretera pasa junto a un cartel en el que se lee “Persigue tus sueños” [3], anunciando el asentamiento judío de Zufin, exhibiendo imágenes de dos magníficas viviendas. La población de Qalqiliya debe pasar ante estos carteles cada vez que entra o sale de su ciudad.

Desde la carretera hasta lo alto de la colina donde se sitúa Zufin entramos, después de un lacónico movimiento de mano de un guardia de seguridad armado que no nos molesta pidiéndonos la tarjeta de identidad. En este momento Zufin tiene unas 1.600 viviendas, dice el agente de ventas que encontramos. Lleva una kippa coloreada y de punto que le identifica como miembro del Partido Nacional Religioso liderado por Effi Eitam. El agente explica que por el precio de un apartamento de dos habitaciones en Tel Aviv podríamos tener una casa de varias habitaciones en Zufin, donde el aire está limpio, hay suficiente espacio y los niños pueden jugar. Sólo a 45 minutos de coche desde el centro de Tel Aviv, dice, y con el ferrocarril rápido que se espera constuir desde la cercana ciudad de Rana’na en Israel, quedará a diez minutos de la estación de tren, y 20 minutos de tren hasta Tel Aviv. Todo facilitado a través de la subvención a viviendas del tesoro israelí, que recibe dinero directamente del gobierno de EE.UU. sin la supervisión de US-AID, el único país que tiene este tipo de acuerdos para recibir ayuda de EE.UU.

El agente nos lleva a echar un vistazo. Hacia el oeste miramos hacia Israel y Tel Aviv; hacia el norte vemos los campos agrícolas de Jayyus, con sus siete depósitos de agua. La zona de regadío de Jayyus, ahora cercada al oeste de la barrera, puede ser vista a unos seis kilómetros de la Línea Verde(**). Esta área, llamada ”Seam Zone” (zona de amortiguamiento) por los israelíes, queda fuera del alcance de la población palestina que no tiene permiso, pero este reportero, así como cualquier aspirante a tener la ciudadanía bajo las leyes de retorno a Israel exclusivas para judíos, no necesita permiso. Preguntamos al agente qué parte del valle pertenece a Zufin: ¿Es esto parte de Zufin?. No, contesta, pertenece a los árabes. ¿Qué árabes?, preguntamos, ¿cuál es el nombre del pueblo?, No lo sé, responde. Pero nos dice que Zufin tiene un proyecto de construcción de 1.000 nuevas unidades en el valle que se llamará Zufin Norte. Zufin, nos dice, tiene ahora unos 2.500 residentes, pero se espera que finalmente tenga viviendas para unas 12.500 personas, todas judías, por supuesto. Si los árabes son los dueños de la tierra, preguntamos al agente, ¿cómo se construirá aquí Zufin? Queda pensativo un momento. Puede que la vendan. ¿Ha tenido usted alguna vez algún problema con la gente palestina de aquí? No, contesta. Ningún problema.

Pero los habitantes de Jayyus han tenido problemas con Zufin. El asentamiento está compuesto por una mezcla de población religiosa y laica, y los colonos religiosos han atacado con piedras a los agricultores de las tierras colindantes. También han robado olivos. Zufin se comenzó en 1989, y lo está desarrollando la compañía LIDAR Corporation, perteneciente a Lev Leviev, considerado el hombre más rico de Israel. Leviev, educado por la secta Lubavitch Chassidic opuesta a que existan tierras para un Estado Palestino, convencido de que Dios quiere que toda la tierra “entre el río y el mar”(***) sea colonizada por judíos, también es dueño de África Israel, que construye grandes centros comerciales en Europa y controla proyectos de desarrollo urbano en la nueva Unión Soviética, de donde proviene Leviev, un judío Bukharin de Tashkent. También comerció con diamantes. Fue en el negocio de diamantes de la época del apartheid sudafricano cuando Leviev amasó su fortuna.

A LIDAR también le corresponde la cantera de Zufin Norte, que se asienta sobre la tierra confiscada al más antiguo propietario de tierras de Jayyus, Sharif Omar. Sobre la tierra de Omar hay un enorme depósito de agua, construido en gran parte con ayuda exterior, que provee la mayor parte del agua destinada a los agricultores de Jayyus. El extremo de la cantera de Zufin Norte está a 15 pies (unos 4,5 metros) del depósito de agua, y cuando taladran y agrandan con explosivos las perforaciones, excavan cada vez más cerca de la tierra que hay bajo el depósito, amenazando la integridad de su estructura.

“Israel confisca la tierra destruyéndola primero”, dice Omar. Omar ha solicitado la restricción temporal de las explosiones. En 1988 ganó un caso contra LIDAR evitando la confiscación de parte de sus tierras, una parcela de 30 metros al este del depósito de agua. Esta es la tierra que Israel comenzó a arrasar el 29 de noviembre.

Antes de la construcción de Zufin en 1989, su tierra formaba parte de la vieja aldea de Jayyus, de más de 600 años, y fue llamado “Zufin”. Las dos primeras parcelas de tierra fueron compradas a viudas de Jayyus, que se marcharon desde entonces, la tercera pertenecía a un anciano jayyusi que aseguraba haber sido engañado por los compradores, que decían ser palestinos que pretendían construir allí una fábrica. Cuando descubrió que la tierra iba a usarse para un asentamiento israelí se horrorizó e intentó recuperar su dinero. Murió desesperado. Otro jayyusi, cuya familia todavía posee un terreno justo a la entrada de Zufin, fue presionado fuertemente por los israelíes para que vendiera su tierra, pero siempre rehusó. Una noche fue golpeado, esposado y tirado sobre el lomo de un burro. La alerta de los beduinos ahuyentó de la zona a sus atacantes. Su hijo, Abu Ali Nogal, llevó a su anciano padre a tres estaciones de policía israelí diferentes antes de que alguien pudiera quitarle las esposas. Su hijo llevó el asunto a altos niveles del gobierno israelí exigiendo una indemnización por este delito, sólo para que se le dijera unas cuantas veces que toda la información relacionada con el caso se había perdido. Finalmente, abandonó la cuestión después de las amenazas de las autoridades israelíes, dijo a WW3 REPORT. Nofal todavía tiene todos los documentos y recortes de periódicos, algunos en inglés, que relatan el caso, así como fotografías de su padre esposado con las manos ensangrentadas. La familia de Nofal todavía es dueña de la parcela, situada increiblemente entre el ejército israelí y la entrada a Zufin.

Desde los campos de Jayyus hasta los pasillos del poder

Cualquier asentamiento permanente israelí, o cualquier transferencia de sus ciudadanos a la Cisjordania ocupada, significa contravenir la Cuarta Convención de Ginebra, que prohíbe el asentamiento en territorio ocupado. El gobierno de Israel se refiere generalmente al territorio de Cisjordania, incluyendo el Este de Jerusalén, como “disputado” más que ocupado. Pero tan reciente como este último verano, el Alto Tribunal Israelí confirmó que Cisjordania (excepto Jerusalén Este, que Israel se anexionó ilegalmente) existe “bajo un estado de ocupación beligerante”. Esto se confirmó con la decisión del 9 de julio de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que consideró ilegales todos los asentamientos en los territorios ocupados de Palestina, y falló que el Muro completo debía ser eliminado en las áreas donde no coincide con la Línea Verde, lo que ocurre en su mayor parte.

Al darse a conocer la decisión, Israel temió posibles sanciones, y el fiscal general israelí, Menahem Mazuz, incluso apuntó la idea de retrasar la aplicación de la Cuarta Convención de Ginebra en los territorios ocupados. Pero la idea ha sido desechada. Hasta la fecha ningún país ha cumplido la resolución de la CIJ sobre la aplicación de medidas contra Israel. Aparentemente envalentonado por la total ausencia de autoridad internacional que fuerce al cumplimiento de la ley en Cisjordania, Israel continúa solicitando fondos de países donantes para la construcción de carreteras y de 16 túneles para conectar las ciudades y aldeas de Palestina, esquivando la red de carreteras construida para los asentamientos judíos. James Bennet, del New York Times, se refirió acertadamente a este sistema como “habitrail” (“quejarse por costumbre”). Los países donantes lo evitaron cuando la Autoridad Palestina rehusó aceptar el dinero diciendo que su construcción confirmaría un permanente estado de apartheid en Cisjordania. (Guardian, Reino Unido [4], 5 de diciembre)

Durante su reciente viaje a Canadá, el presidente Bush declaró: “Alcanzar la paz en Tierra Santa no es cuestión de que una parte presione sobre la otra acerca de la frontera o el lugar de un asentamiento. Esto ya se ha intentado antes sin éxito. Al negociar los detalles de la paz, debemos tener en cuenta lo fundamental, que es la necesidad de democracia en Palestina. El pueblo palestino necesita un gobierno pacífico que realmente sirva a sus intereses. E Israel necesita un verdadero interlocutor en paz.”

Bush ha seguido progresivamente los consejos de sus asesores, algunos de los cuales trabajaron para el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. En 1996, Douglas Feith, David Wurmser y Richard Perle, que finalmente trabajaron para la administración Bush, escribieron un libro blanco para Netanyahu. “Retirada limpia: una nueva estrategia para asegurar el reino” recomendaba, entre otras cosas, que Israel abandonara la fórmula “paz por territorios” para resolver el conflicto israelí-palestino con la nebulosa idea de “paz por paz”, conservando Israel cuanta tierra quisiera.

El viaje canadiense de Bush también obtuvo otro resultado: el 1 de diciembre, Allan Rock, el embajador canadiense en la ONU, anunció que Canadá abandonará su tradicional posición de intermediación honesta en el conflicto palestino-israelí y, en lugar de abstenerse en las resoluciones que condenan la ocupación israelí y los asentamientos ilegales, quiere por primera vez votar en contra, junto a Estados Unidos. (Ottawa Sun [5], 3 de diciembre)

En la oficina de Feith en el Pentágono trabaja Larry Franklin, el burócrata acusado de espiar para Israel, concretamente de pasar información privilegiada acerca de la política de EE.UU. sobre Irán e Israel, a través de empleados del AIPAC, American Israel Public Affairs Committee (Comité para asuntos públicos americano-israelíes). Cuatro empleados de AIPAC acaban de recibir citaciones del gran jurado por este asunto y el FBI registró sus oficinas por segunda vez. También trabaja para Feith Alan Makovsky, hermano de David Makovsky, antiguo editor del Jerusalem Post y decano en el Washington Institute for Near East Policy, WINEP (Instituto Washington para la política de Próximo Oriente), una “fundación educativa pública dedicada a alta investigación y preparación de informes sobre los intereses de EE.UU. en Oriente Medio”, fundada por altos administradores de AIPAC. Una de las tareas de David Makovsky en WINEP ha sido “vender” al gobierno y al público de EE.UU. la barrera de separación, a través de numerosos editoriales y una monografía, “Una valla defendible”. Makovsky apareció el 10 de febrero antes de la comisión del Congreso, discutiendo acerca de la barrera como un experto testigo, junto con el director de WINEP y el antiguo negociador para Oriente Medio con Clinton, Dennis Ross.

En su testimonio [6], Makovsky dijo que “hay dificultades” para la población palestina afectada por la valla, pero aseguró que la mayoría “está muy contenta al saber que el gobierno israelí aprobará esta semana un programa de 2 billones de shekels o 500 millones de dólares destinado a estas dificultades. Por casualidad hablé con el alcalde de Qalquiliya, y veía el Muro desde el lado palestino, le pregunté: ‘si hubiera un programa de indemnizaciones para contrarrestar los perjuicios, ¿lo aceptaría?’ Completamente, me contestó”.

Después de pasar tres meses en el distrito de Qalqiliya, incluyendo Jayyus, este reportero jamás encontró un palestino que quisiera aceptar una indemnización por su tierra: vista como herencia ancestral y cultural, su venta significaría colaboración con los ocupantes israelíes. Esto dijo Maroua Zahran, alcalde de Qalqiliya con el que Makovsky dijo haber hablado, a WW3 REPORT en un e-mail del 9 de febrero.

“He aprendido con profundo pesar que David Makovsky del Washington Institute for Near East Policy supuso que podría aceptar una “indemnización” por el empobrecimiento y los efectos destructivos del Muro de Israel construido alrededor de la ciudad Cisjordania de Qalqiliya, la ciudad de la que soy alcalde. […] Lo dejé bien claro al señor Makovsky, con el deseo expreso de que el señor Makovsky no malinterpretara mis afirmaciones en su propio beneficio, que bajo ninguna condición podría yo, o los residentes en Qalqiliya, aceptar o consentir de ninguna forma la construcción del Muro a cambio de una indemnización. Nuestra propiedad y nuestros derechos humanos no están en venta”.

La agenda industrial

Lo que Israel y Makovsky tienen planeado para la población del distrito de Qalqilya se vio claramente en noviembre de 2003, durante la visita a Washington del Ministro de Defensa israelí Shaul Mofaz. El 14 de noviembre el diario israelí Yedioth Aharonot publicó un artículo titulado “La iniciativa de Mofaz: empleo para la población palestina”, informe que Mofaz presentó al gobierno de EE.UU. con una “iniciativa para construir parques industriales que crearán empleo para 120.000 palestinos”. El corresponsal de Yedioth en Washington, Orly Azulai, destacó que el secretario de estado, Colin Powell, había pedido a Mofaz que “minimizara el sufrimiento causado a la población palestina por la construcción de la valla de separación”.

“Para poner en práctica la iniciativa, por supuesto, es necesario acabara con el terrorismo y su fuente de financiación”, dijo Mofaz después de una reunión con Dick Cheney y Condolezza Rice. “Como parte del plan, los parques industriales se construirán en el lado palestino y en la zona intermedia. La población palestina podrá ir hacia estos lugares sin tener que cruzar los puestos de control militar; compañías de seguridad privadas controlarán el paso”.

Posiblemente este será el destino de Jayyus. Los agricultores independientes de Jayyus que han cultivado la tierra durante, al menos, nueve generaciones serán una mano de obra industrial, dependiente del control israelí, en lo que hasta ahora ha sido su tierra, sin ni siquiera entrar en Israel. Esto ya está sucediendo al sur de Jayyus, donde los residentes de Arab Ramadin, que vivían de sus rebaños de ovejas, han sido encerrados dentro de la valla con el asentamiento judío ilegal de Alfe Menashe, y, por consiguiente, expulsados de sus tierras de pastoreo, y obligados a abandonar su tradicional estilo de vida aceptando empleos en la zona industrial del asentamiento. En un comunicado de prensa del 18 de diciembre de 2003, la Campaña contra el Muro del Apartheid llegó a la siguiente conclusión: “La finalización del Muro y su guetización de Arab Ramadin está convirtiendo una comunidad de pastores en mano de obra explotada por las zonas industriales del asentamiento israelí, al verse imposibilitada de maneter su propia vida”.

Vea también el Reporte 95 de WW3 REPORT (inglés)

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Especial para WORLD WAR 4 REPORT, 10 de diciembre, 2004. Reproducciónes permitidas indicando la fuente original.

WW3Report.com

Notas
[1]https://stopthewall.org/spanish/cgi-bin/spanish/publish/61.shtml
[2]https://stopthewall.org/latestnews/815.shtml (inglés)
[3]https://www.ww3report.com/settlerad.jpg
[4]https://www.guardian.co.uk/israel/Story/0,2763,1366855,00.html (inglés)
[5]https://www.canoe.ca/NewsStand/Columnists/Ottawa/Michael_Harris/2004/12/0 2/762998.html (inglés)
[6]https://www.ww3report.com/congress.html (inglés)

Fuente URL: https://www.ww3report.com/

Ver https://www.zmag.org/content/showarticle.cfm?SectionID=107&ItemID=6875

(*) 1 dunum = 1.000 m2
(**) Línea de armisticio de 1949, reconocida por la comunidad internacional como la frontera de Israel con el futuro estado palestino
(***) Se refiere al Río Jordán y Mar Mediterráneo

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