Desde el 3 de noviembre de 2020 las autoridades de ocupación israelíes han atacado, allanado y demolido seis veces Humsa al-Fawqa, una comunidad palestina en el Valle del Jordán.

La comunidad construyó Humsa y vive allí mucho antes de que Israel ocupara este territorio palestino en 1967. Desde entonces a las 11 familias palestinas se les ha negado el acceso a permisos de construcción, acceso al agua y a la construcción de instalaciones sanitarias y educativas. Las fuerzas israelíes asaltan y atacan a Humsa con frecuencia, y han demolido y confiscado viviendas y estructuras en repetidas ocasiones desde 2012. Los bulldózers JCB, Volvo y CAT han ayudado a las fuerzas militares israelíes en las últimas demoliciones.

La población palestina en Humsa continúa firme frente al apartheid y colonialismo israelíes.

Humsa es sólo un ejemplo de las violaciones sistemáticas por parte de Israel del derecho internacional humanitario y de derechos humanos, y del fracaso de los Estados de todo el mundo para poner fin a la impunidad de Israel.

Hacemos un llamado a nuestros gobiernos para que garanticen la justicia y la rendición de cuentas.

Exigimos al Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas:

• para que reconozca y denuncie las políticas de Israel contra todo el pueblo palestino, incluidas las demoliciones de Humsa al Fawqa, como crímenes de guerra de una potencia ocupante, como violación del derecho palestino a la autodeterminación y como un crimen de apartheid.
• para que establezca una misión independiente de investigación del CDH sobre el régimen de apartheid de Israel y las obligaciones asociadas que tienen los Estados, organizaciones internacionales y empresas comerciales.
• Para que sigua elaborando con transparencia la base de datos de la ONU sobre aquellas empresas involucradas en los asentamientos ilegales de Israel.

Instamos a la comunidad internacional a imponer sanciones económicas y militares selectivas a Israel, apoyar públicamente y cooperar plenamente con la Oficina del Fiscal de la Corte Penal Internacional, y detener a las personas, incluidos los actores corporativos, responsables penalmente que puedan haber cometido crímenes de guerra en Humsa al-Fawqa.