Esta mañana las fuerzas de ocupación comenzaron a destruir algunos edificaciones en Azzoun Attma, al sur de Qalqilya. Las fuerzas de ocupación invadieron el pueblo a las 4:30 de la madrugada e impusieron el toque de queda, cerrando la puerta sin permitir a nadie salir o entrar del pueblo. En el área de Bir Shilla, dos viviendas fueron destruidas y la mitad de una tercera quedó inutilizable. Las dos casas destruidas estaban a unos 700 metros del asentamiento de Shâare Tikva, y a pesar de que no eran las más próximas a este asentamiento, las fuerzas de ocupación las destruyeron con el pretexto de no tener permiso de construcción. Las apisonadoras de la ocupación también destruyeron dos depósitos de agua y una granja avÃcola perteneciente a Hani Amer, la familia que quedó aislada en Masha. Además, otro pozo, estanques de agua y una granja perteneciente a campesinos de Masha y Sanniriya fueron destruidos.
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Durante más de un año más de un año, el Muro del Apartheid ha aislado a Azzoun Attma del resto de Cisjordania y de extensas áreas de tierras pertenecientes a sus campesinos, asà como a los de las aldeas de Beit Amin, Sanniriya y Masha. La población palestina palestinos no pueden acceder a la aldea a menos que en su tarjeta de identidad conste que se reside en Azzoun Attma o tengan permiso para entrar allÃ, que es principalmente el caso del profesorado y algunos agricultores.
Azzun Attma está rodeado por los asentamientos de Shâare Tikva al este, Oranit al oeste y Etz Efraym y Elkana al este y sudeste. Mapas previos de la Ocupación muestran que el Muro rodearÃa completamente a la aldea por todos lados, convirtiéndola en un gueto y aislándola aun más de sus tierras y alrededores. Sin embargo, mapas y fuentes nuevas parecen indicar que las Fuerzas de Ocupación no planean construir el Muro alrededor de la aldea, pero sà dejarla aislada. De todas maneras, los planes de la Ocupación para expulsar a la población van aún más lejos, simplemente usando otros medios además del Muro, como es el aislamiento de todos los servicios esenciales y demolición de viviendas e infraestructura agrÃcolas que pertenecen a la gente de la aldea y a otras cercanas. Desde que el Muro del Apartheid se completó en esta zona, unas 24 casas, además de otras instalaciones agrÃcolas e hidráulicas, han estado amenazadas por la demolición. Usando semejantes tácticas para forzar a la población al abandono de sus tierras y aldeas, las Fuerzas de Ocupación despejan el camino para confiscar las tierras aisladas para la expansión de colonias y, fundamentalmente para âborrarâ la aldea entera.