***image2***Miles de manifestantes se tomaron las calles en toda Palestina el 15 de Mayo para conmemorar el DÃa del Nakba -la Catástrofe de 1948 que anunciaba el comienzo de la Ocupación, la destrucción de más de 450 aldeas palestinas y la expulsión de alrededor de 800.000 palestinos, comenzando un proceso de expulsión que aún continúa. 57 años después, el Muro del Apartheid es el última etapa en la implementación del propósito final del sionismo de expulsar a todo el pueblo palestino de su tierra natal.
Las concentraciones que se realizaron en toda Cisjordania, Gaza, Jerusalén y el resto de Palestina ocupada y la Diáspora denunciaron el robo de las tierras palestinas en 1948, y también el robo que actualmente continúa a través de la infraestructura Apartheid de la Ocupación, del Muro, la expansión de los asentamientos, el sistema de carreteras exclusivas para judÃos, y las zonas militares de la Ocupación.
Los manifestantes declararon que la lucha palestina se ha intensificado en los 57 años de ocupación y que el retorno de los refugiados a las tierras de las cuales fueron expulsados -ya sea en el Nakba del 1948, del 1967, o el de ahora- es un derecho que no puede ser negociado ni comprometido. Hoy en dÃa hay más de 5 millones de palestinos refugiados en todo el mundo, más de la mitad de ellos todavÃa languidecen in los campos de refugiados del LÃbano y Jordania, resueltos a retornar a sus casas.
En Ramallah, 2.000 manifestantes se reunieron al mediodÃa alrededor de la plaza Al-Manara en el centro de la ciudad. La gente llegó de las aldeas de todo el distrito, desafiando los puestos de control de la Ocupación y los cierres de ciudades para participar en el masivo evento.
Escolares, activistas, lÃderes de partidos polÃticos y la comunidad hablaron a la multitud reunida, demandando el término de la actual ocupación y el fin del Muro y de las polÃticas de Apartheid de la Ocupación. Los manifestantes luego marcharon a la Muqata, la casa de la Autoridad Nacional Palestina, declarando que nunca acabará la resistencia a la Ocupación y su intento por expulsar a todos los palestinos en un Nakba final.
Estos eventos tuvieron su eco en toda Palestina. En Nablus, los manifestantes demandaron el derecho al retorno de los refugiados, y en Tulakarem, cientos de personas marcharon en defensa de los derechos de los refugiados que permanecen dentro de Cisjordania, pero expulsados desde sus tierras. Miles de palestinos marcharon en las zonas ocupadas en 1948, particularmente en la región de Galilea.
Los voceros recitaron los nombres de algunas de las aldeas destruidas en 1948: Deir Yassin, Saffuriya, Malha, Abbasiyy, Deir Tarif y muchas más.
En total, 476 aldeas palestinas fueron destruidas y arrasadas étnicamente durante la invasión sionista, con cientos de miles de palestinos expulsados de sus tierras y forzados a huir a los paÃses vecinos. Cientos de palestinos fueron asesinados en masacres de aldeas como las de Deir Yassin y Tantura. Luego las aldeas fueron destruidas o utilizadas por la Ocupación para albergar a los colonos judÃos que venÃan llegando.
Para los palestinos el Muro del Apartheid es el tercer Nakba, continuando con el curso de los crÃmenes de 1948 y 1967 en la realización del proyecto sionista de establecer un estado sólo para judÃos en la totalidad de Palestina. En 1948, 1967 y ahora a través del Muro del Apartheid, este proyecto ha sido planeado mediante la destrucción y confiscación de la tierra y la expulsión de los palestinos de sus casas.
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A cada momento la cantidad de tierra para vivir que queda a los palestinos va disminuyendo. Una vez construido el Muro, los palestinos serán dejados con sólo el 12% de la Palestina histórica, y apresados en una serie de guetos y bantustanes.
Muchas aldeas cuyas tierras fueron robadas en 1948 están perdiendo ahora más tierra detrás del Muro y por la expansión de los asentamientos. Aldeas como Budrus, Bartaâa, Irtah, Deir Ballut y Al Walaja, cada una ha perdido miles de personas por expulsiones y miles de dunums de tierra anexionados en 1948. Hoy éstas están a lo largo de la senda del Muro y el robo de sus tierras continúa.
Las concentraciones a lo largo de Palestina en el dÃa del Nakba dejaron claro que el compromiso palestino para resistir no está disminuyendo y que la determinación para reclamar sus tierras y casas es más fuerte que nunca. Asà como el pueblo palestino se resistió a aceptar la destrucción de su nación durante el Nakba, el Muro no destruirá la lucha por la liberación.
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