375 activistas participaron en una importante conferencia sobre desinversión realizada en Estados Unidos. Durante el fin de semana del 17 de febrero, representantes de 90 campus universitarios y organizaciones solidarias se reunieron con la finalidad de planificar estrategias e iniciativas de desinversión contra el Apartheid israelÃ.
Los diversos grupos pasaron dos dÃas discutiendo formas de dar a conocer la historia de la desposesión palestina, la vida bajo la ocupación militar y la búsqueda de estrategias para realizar acciones concretas en favor del pueblo palestino y cambios en la polÃtica de Estados Unidos. Paneles, talleres y foros dieron a los activistas la posibilidad de crear redes de acción, compartir estrategias locales e ideas para la acción.
El tema central se centró en cómo lograr medidas de presión a instituciones para terminar con el apoyo financiero dado al Apartheid israelÃ. Siguiendo el modelo de las campañas de solidaridad implementadas en Sudáfrica en los años 80, los activistas confÃan en el rechazo de las instituciones a los beneficios derivados de las compañÃas que apoyan el Apartheid.
La primera intervención contó con la participación de numerosos activistas. Noura Erakat, miembro de la campaña norteamericana para poner fin a la ocupación israelÃ, presentó un análisis de la historia y progresos de los movimientos de desinversión a nivel estudiantil. Describió sus éxitos, incluyendo numerosas conferencias y resoluciones estudiantiles, y los debates surgidos a partir de ellas. También describió las dificultades que el movimiento ha debido afrontar, tales como la guerra en Irak, que en vez de fortalecer el movimiento de apoyo a la lucha por la justicia del pueblo en Oriente Medio ha causado división y ha debilitado el apoyo.
De manera significativa vinculó el “flujo y reflujo”, o los altos y bajos del activismo de solidaridad con Palestina, a los trabajos de solidaridad similares implementados en Sudáfrica. Puntualizó que, en ambos casos, la desinversión es un proyecto a largo plazo. Los activistas debieron persistir, especialmente cuando los hechos empeoraron sobre el terreno.
Intervino en segundo lugar Phillip Farah, que trabaja directamente con iglesias para planificar estrategias concretas de desinversión. Analizó el importante rol que han jugado los lÃderes cristianos palestinos al unificar a las iglesias occidentales para realizar acciones. Las iglesias forman grupos de presión para que no se beneficie ni se dé respaldo a la ocupación militar en Palestina a través de sus inversiones.
Farah mencionó a los luteranos, metodistas y presbiterianos (EE.UU). Todos ellos han emitido una serie de llamados para poner fin a las violaciones de derechos humanos que la Ocupación está cometiendo contra el pueblo palestino. La desinversión les exige realizar acciones y no sólo palabras.
Este verano la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana (Estados Unidos) considerará continuar sus compromisos con compañÃas que hagan negocios con la Ocupación. Han estado bajo mucha presión externa a pesar de considerar las medidas de desinversión como presión económica en favor de la justicia, más que como apoyo a la Ocupación militar.
El profesor de la Universidad de Wisconsin, Mohammed Abed, leyó la resolución del Partido Verde norteamericano de apoyo al movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS). Mencionó que el movimiento se encuentra aún en una fase inicial pero que continúa creciendo.
Ali Abunimah pidió en su discurso un cambio global con la finalidad de cambiar “el balance de poder”. Insistió en la necesidad de que la población se manifieste por una paz justa cuando “los lÃderes mundiales… fracasan o rehúsan hacerlo”.
Tales movimientos son liderados por el pueblo palestino y diversas ONGs que trabajan sobre el terreno. En julio pasado, 170 organizaciones palestinas emitieron un llamado por un movimiento global para “imponer el boicot e implementar iniciativas de desinversión contra Israel similares a aquellas aplicadas contra Sudáfrica en la era del Apartheid”. Abunimah agregó que los activistas de la conferencia deben organizarse tal como se hizo en Sudáfrica. La presión desde las bases es esencial.
El representante de la sociedad civil palestina, Omar Barghouti, lÃder de la Campaña Palestina por un boicot académico y cultural a Israel, realizó un discurso sobre las razones por las que Israel debe recibir “un tratamiento como el de Sudáfrica”. Barghouti se basó en los llamados de las ONGs para la campaña BDS. Señaló que “asà se reconoce la realidad de la opresión, se acepta la necesidad esencial de igualdad y se va directamente contra la injusticia”. A diferencia del proceso de paz norteamericano, que considera a la Ocupación sionista y al pueblo palestino como dos partes trabajando de manera igualitaria por la desconexión, la campaña BDS deja claro que “no es suficiente hacer un llamado por la paz”. Para el pueblo palestino, la palabra “paz” es “la palabra de la que más se abusa en el vocabulario inglés”. Puntualizó que “una paz sin justicia equivale a una injusticia institucionalizada”.
Al término de la conferencia, los organizadores del Movimiento de Solidaridad por Palestina anunciaron el dÃa 30 de marzo como un dÃa nacional por la acción. Esta fecha conmemora el DÃa de la Tierra. Durante más de 30 años, el pueblo palestino en su tierra y en todas partes del mundo ha protestado en ese dÃa contra la discriminación sionista y los crÃmenes que sufre. Marca el dÃa en que en 1976 las fuerzas de ocupación en Galilea asesinaron a 6 manifestantes palestinos e hirieron a otros 100. Grupos estudiantiles y organizaciones a lo largo de todo el paÃs están coordinando eventos para ese dÃa.
Para más información sobre la conferencia y cómo involucrarse, visitar: www.palestinesolidaritymovement.org