***image2***El verano es la temporada de las bodas en Palestina, y el Viernes en al-Maâsara las novias y novios encabezaron la marcha semanal contra el Muro y los asentamientos. Participaron cientos de personas, enfrentándose a las Fuerzas de Ocupación a la entrada de la aldea. Hubo riñas cuando alguien pasó a través del alambre de espino, y tres personas fueron arrestadas.
Las actividades empezaron la noche anterior a la manifestación, cuando unos 30 observadores internacionales acudieron a una fiesta de bodas y durmieron en la aldea. Al dÃa siguiente, varios autobuses entregaron más participantes, incluyendo un gran contingente de estudiantes del campo de refugiados Dheisheh en Belén.
La energÃa festiva de la fiesta del jueves fue transmitida a la marcha, y los manifestantes cantaron, bailaron y corearon durante todo el camino por las calles de la aldea. La gente se reunÃa en los porches y en los balcones para mirarlos pasar, algunos uniéndose a la procesión, que creció hasta 300 personas en el momento en que llegaron a la carretera bloqueada. Sin embargo, las novias y los novios que habÃan estado al frente parecÃan haber desaparecido.
Reuniéndose frente al alambre de púas que los separan de las filas de soldados y de los jeeps militares, los manifestantes gritaron eslóganes y dieron charlas cortas en árabe, hebreo e inglés. La aparición de las novias y novios, que habÃan salido de la aldea por una ruta alternativa y se aproximaban detrás de las lÃneas de soldados, interrumpió la acción rutinaria.
Cuando las parejas intentaron atravesar el alambre de púas, los soldados se lanzaron hacia la multitud, golpeando a aquellos que intentaban pasar y tirando a los manifestantes al suelo. Las Fuerzas de Ocupación arrestaron a tres activistas israelÃes, llevándolos hacia los jeeps que esperaban antes de volver a formar las lÃneas.
Los soldados procedieron a declarar el área zona militar cerrada, dando a los presentes 10 minutos para evacuar el área y amenazando con arrestar a cualquiera que se quedara. Esto no sirvió para intimidar a los manifestantes, que se negaron a ser coaccionados y continuaron cantando y bailando a lo largo del alambre de púas mucho tiempo después de que el tiempo lÃmite hubiera expirado. Solo a primeras horas de la noche la gente volvió a la aldea.
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