por Mohammad Mahajna, Trabajador de Campo, Adalah
Hoja Informativa de Adalah – Volumen 101, Febrero del 2013
El agua como un arma
El año pasado, el gobierno israelí comenzó a apretar su puño sobre el suministro de agua de las aldeas árabes beduinas no reconocidas en el desierto del Naqab (Negev). Las autoridades han comenzado usando el agua como un arma contra las aldeas no reconocidas, colocando obstáculos en el camino de los aldeanos que intentan acceder al agua para beber, lavar y mantener unos pocos acres con cultivos. El agua es crucial para los árabes beduinos en el Naqab no solo para beber, sino también para sus granjas. Las granjas, la cría de ganado y los cultivos son las principales, y en muchos casos las únicas, fuentes de manutención para los residentes de las aldeas no reconocidas.
La testaruda negación a conectar a los árabes beduinos, que son ciudadanos de Israel, a la red de aguas y un reciente aumento del 67% en los precios del agua no son coincidencias; las autoridades del agua están haciendo estos cambios para ayudar al estado a aplicar el Plan Prawer, que obligará a decenas de miles de beduinos a irse de sus hogares por la demolición de sus aldeas. El suministro del agua, la infraestructura crucial en el Naqab, está siendo usada como una herramienta para imponer el plan del estado de desplazar y desposeer a los árabes beduinos de su tierra ancestral.
Sin agua limpia y segura para beber
Al contrario que en los barrios y las granjas judías, los árabes beduinos en las aldeas no reconocidas deber llenar depósitos de agua y llevarlos a sus hogares, multiplicando exponencialmente el coste y creando condiciones de agua no sanitaria. Las organizaciones de la sociedad civil han luchado para encontrar una solución mejor durante años. Algunas aldeas son ahora lo bastante afortunadas para tener conexiones a las tuberías de la cercana Autoridad Israelí del Agua (Mekorot) por medio de desvencijadas tuberías de plástico, construidas y pagadas por los mismos vecinos. Las tuberías de plástico, que los vecinos dejan en la superficie del suelo por lo que están expuestas al sol todo el día, conducen a una degradación importante del agua.
Los árabes beduinos obligados a construir y mantener su propio sistema de aguas
De acuerdo con un mapa hidráulico editado por Mekorot en el 2007, hay alrededor de 265 desembocaduras para agua corriente cerca de las aldeas no reconocidas en el Naqab. Estas desembocaduras también dan servicio a algunas aldeas dentro de la jurisdicción del Consejo Regional de Abu Basma, que fue reconocido en la década pasada. Nuestra investigación de campo mostró que esas desembocaduras están ubicadas entre 1-1.5 km. de las casas, y dan servicio a un promedio de 15-50 hogares cada una. Cada desembocadura da servicio a entre 170-600 personas, que reciben agua por tuberías o camiones. Además, ya que la agricultura es la forma principal de subsistencia en esas aldeas, el agua debe ser usada también para cientos o miles de cabezas de ganado y de acres de tierra agrícola.
Los vecinos, incluyendo aquellos de las aldeas de Abu Basma, construyen, mantienen y reemplazan las tuberías por su cuenta. El Controlador Estatal, en el Informe Report 004/2011 emitido el 20 de Diciembre del 2011, sugiere que varios ministerios cooperen para asegurar que los vecinos reciban un agua mejor y más sana, sin embargo, la recomendación ha sido desoída.
Losprecios del agua se han encarecido un 67% para los árabes beduinos
En Enero del 2012, tres meses después de que el Comité Prawer emitiera el borrador de su informe, la Autoridad del Agua publicó su nueva lista de precios. Los residentes de las aldeas no reconocidas quedaron anonadados al ver que sus costes de agua habían subido un 67%, de 6.2NIS/metro cúbico a 10.5NIS. Ahora hay 13 categorías diferentes de precios del agua, incluyendo precios para la agricultura, para el ganado, para la producción industrial, para los hospitales, y para la construcción de casas.
Una de las categorías es para “uso individual”, estos obtienen agua directamente de Mekorot sin pasar a través de la autoridad de la compañía de agua local. Los árabes beduinos usan el 80% de las salidas de “uso individual” en el Naqab. Desde que cientos de personas usan cada salida, los residentes de las aldeas no reconocidas constituyen el 99% de los “uso individual”. El aumento del 67% del precio ocurrió solamente en esta categoría, y se supone que es para obligar a los habitantes de las aldeas a abandonar sus hogares.
Los residentes de las aldeas no reconocidas ahora pagan más por el agua que ningún otro
Desde que se incrementó el precio, los residentes de las aldeas no reconocidas pagan más por el agua que cualquier otra persona en el país. Más aún, los precios fijados para todos los otros residentes incluyen el pago de todos los servicios necesarios para entregar el agua en sus hogares, incluyendo los precios de las infraestructuras, el mantenimiento y la retirada de las aguas residuales. Los residentes de las aldeas no reconocidas no reciben ninguno de esos servicios a pesar de pagar más por su agua.
Además, al contrario que otros granjeros, los residentes de las aldeas no reconocidas no reciben una reducción especial del precio para el agua usada solo con fines agrícolas. En lugar de eso, pagan el agua potable a un precio de 10.5NIS/metro cúbico, mientras que los granjeros de los asentamientos vecinos judíos pagan solo 2.1NIS por el agua de uso agrícola. Este precio hace que la cría de ganado y el regadío de las cosechas sea casi imposible, separando a los árabes beduinos de su principal medio de subsistencia.
El agua como una herramienta para obligar a irse a la gente de las aldeas no reconocidas
El gobierno está usando una gama de políticas discriminatorias para obligar a la gente de las aldeas beduinas no reconocidas en el Naqab a abandonar su tierra, incluyendo la violación de su derecho humano fundamental al agua. Desde el aumento del precio, algunos hasta son incapaces de pagar el costo del agua que necesitan para sus necesidades caseras básicas. Además, su suministro de agua no es de fiar y se corta regularmente. A aquellos que se quejan a la Autoridad de Agua se les dice, “El agua en las siete aldeas reconocidas es barata, así que múdense allí.” De esta manera, el estado ha transformado el agua, una de las necesidades básicas de la vida, en un arma con la cual llevar a los árabes beduinos de las aldeas no reconocidas fuera de sus tierras.
Lea la Conferencia de Prensa del 25/2/2013, "El Tribunal Supremo Niega el Agua a las aldea árabe beduina no reconocida de Umm el-Hieran"
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