Mañana, la gente del pueblo de Bardala, hombres, mujeres, niños y animales, marcharán a la Carretera 90, la carretera principal en el Valle del Jordán, llevando el lema de ‘Privarnos de agua es un crimen contra la humanidad’ y ‘Estamos aquí para recuperar nuestra agua’. Están decididos a luchar por el derecho al agua y contra el apartheid del agua de Israel. La campaña del Derecho al Agua y el Consejo Popular para la Protección del Valle del Jordán están llamando a la comunidad internacional para que nos apoyen en nuestra lucha para recuperar nuestra agua.
Hace sólo dos días, el 27 de abril del 2017, 40 soldados israelíes atacaron la aldea de Bardala con 4 excavadoras e informaron a los vecinos que serían cerrados todos sus grifos. Destruyeron las principales tuberías que suministran agua a las granjas palestinas y confiscaron 168 metros de tuberías de acero que pertenecen a Bardala los agricultores locales y el pueblo.
Las autoridades israelíes están usando el robo de agua como un arma para expulsar a la población palestina de sus tierras, confiscando y explotando ilegalmente sus recursos naturales.
La aldea de Bardala al Norte del Valle del Jordán, en Palestina, es una aldea que depende y vive de su entorno agrícola. Durante el gobierno de Jordania en 1964, aproximadamente 500 personas habitaban la aldea de Bardala y ese mismo año la gente de la localidad solicitó el permiso para usar sus manantiales excavando pozos para cultivar la tierra. En ese momento, se estimó que los pozos darían alrededor de 200 metros cúbicos de agua de manantial por hora para el pueblo. Finalmente, el gobierno jordano dió una licencia autorizando a construir un pozo de 67 metros de profundidad. El pozo fue excavado por los vecinos de la aldea y era operado por un generador diesel ya que en esa época no había electricidad. El pozo de agua suministraba 300 metros cúbicos de agua de manantial por hora.
Desde la ocupación israelí de Cisjordania en 1967, la gente de la aldea de Bardala han sido blanco de Israel en un continuo intento de desplazarlos a la fuerza de su aldea. Sin embargo, la perseverancia de la gente le ha permitido al pueblo sobreponerse a las dificultades impuestas sobre ellos hasta hoy por las fuerzas israelíes.
Durante los últimos 60 años, el gobierno de ocupación israelí y la empresa israelí Mekorot construyeron varios pozos en las tierras de la aldea de hasta 300 metros de profundidad y unos 200 metros de distancia del pozo del pueblo.
En 1974 la administración civil israelí y Mekorot obligaron al líder de la aldea a cerrar el pozo palestino. A la gente de la aldea de Bardala no les quedó más remedio que aceptar una ‘oferta’ de la administración israelí para pagarles a fin de recibir 240 metros cúbicos por hora de agua de sus propios manantiales. Para Mekorot esta era la ganancia por el subdesarrollo y el robo del agua palestina.
En 2006 Mekorot incumplió dicho compromiso. En lugar de suministrar el pueblo 240 metros cúbicos por hora se suministraron sólo una cuarta parte (60 metros cúbicos) de lo que se acordó en un principio. Esto tuvo un efecto desastroso sobre la tierra, el ganado y los que viven en el pueblo. La gente de la aldea de Bardala tuvo que encontrar otras alternativas para comprar agua luchando a menudo por la supervivencia. Mientras tanto, las colonias israelíes que están invadiendo la aldea son suministradas por Mekorot con más de 800 metros cúbicos de agua.
A medida que la aldea creció sus necesidades de agua también aumentaron. Hoy en día, aproximadamente 5.000 palestinos habitan en la aldea de Bardala. Israel no sólo viola el derecho humano al agua y al saneamiento, si no que, en clara violación de la IV Convención de Ginebra, explota los recursos naturales de los territorios ocupados robando el agua de la población palestina que es la poseedora y que vive en esa tierra. Israel, a través de su compañía nacional de agua Mekorot, utiliza el agua para permitir la construcción de asentamientos ilegales de Israel y su expansión.
Este robo de agua es un elemento central del apartheid que Israel practica contra los palestinos. El objetivo de Israel es hacer que la vida de aquellos de la localidad de Bardala sea prácticamente imposible, conduciéndolos fuera de sus pueblos, rompiendo su espíritu, destruyendo y confiscando a la fuerza sus tierras.
Para más sobre como detener a la Mekorot, véase: www.stopmekorot.org