“El 23 de Julio del 2022 colonos israelíes invadieron brutalmente mi tierra, ubicada en Ein Samiya y robaron 22 colmenas que me pertenecían. Esas colmenas eran mi única fuente de subsistencia. Ahora, solo tengo cuatro colmenas,” cuenta Amer Rustom, un granjero y apicultor de la aldea de Kufr Malek, al Noreste de Ramallah.
Ein Samiya, clasificada como parte de la Zona ‘C’ bajo pleno control israelí, es una reserva de tierra agraria de unos 58. 000 dunams [1 dunam=1.000 metros cuadrados]. Alrededor del 90% de la tierra de Ein Samiya pertenece a los residentes de Kufr Malek. El resto de la tierra pertenece a vecinos de Al-Mughayyer y Deir Jareer. La zona es el objetivo de la expansión colona israelí y de las carreteras de circunvalación solo para judíos.
La tierra de Amer es adyacente a una de las carreteras de circunvalación israelíes que conecta a los colonos judíos con el asentamiento ilegal de Kokhaf Hashaher [en árabe: Kawkab Al-Sabah].
Amer explica que ha estado viviendo gracias a la agricultura y a la apicultura durante años. “Para asegurarse de que no cultivaría mi tierra, los colonos estropearon los cuatro depósitos de agua que uso para cultivar mis cosechas en mi tierra,” comentó Amer.
La violencia colona sistemática contra él y muchos otros granjeros y pastores palestinos en Ein Samiya y más allá es parte de la vida diaria palestina. La violencia colona, usualmente bajo la protección del ejército israelí, incluye los asaltos violentos a los palestinos, las amenazas de muerte, el arrojar piedras contra sus coche, el robo de las propiedades palestinas, la quema de olivares, de coches y hasta de hogares; así como el bloqueo del acceso de los granjeros y pastores a su tierra.
Apartheid de Agua
Ein Samiya es abundante en recursos acuíferos. La zona contiene seis manantiales naturales que cubren las necesidades de miles de palestinos residentes en las aldeas ubicadas al Norte del distrito de Ramallah. De este modo, “no es de extrañar,” dice Abu Ali, un organizador popular de Sinjel, una aldea vecina a Ein Samiya, “que los palestinos de Ein Samiya se estén enfrentando a la violencia intensificada contra ellos. Los israelíes quieren apoderarse de los recursos acuíferos a los que los palestinos aún tienen acceso.”
El apartheid israelí ya está controlando el 85% de los recursos acuíferos palestinos en Cisjordania. Mientras los colonos israelíes ilegales disfrutan el acceso ilimitado a l agua, a miles de palestinos se les niega su derecho humano básico al agua.
Los intentos de Israel de apoderarse de los recursos acuíferos palestinos en Ein Samiya a favor de los colonos son parte de las políticas y prácticas de larga duración de discriminación en el acceso al agua por motivos raciales.
Esto es llamado apartheid del agua.
A través de sus prácticas del apartheid del agua, Israel usa el, agua como un arma contra los palestinos para obligarlos a abandonar su tierra. El apartheid del agua ha sido usado como una herramienta efectiva de limpieza étnica.
El año pasado, Israel limpió étnicamente toda la comunidad de Humsa Al-Fawqa en el Valle del Jordán a través de una prácticas intensificadas de su apartheid acuífero. Con la conexión a la red de agua de los colonos israelíes denegada en la zona durante décadas, los residentes de Humsa estaban obligados a transferir agua de las Zona ‘A’ y ‘B’ en depósitos de agua. Aún así, en Febrero del 2021, la ocupación israelí comenzó a confiscar los depósitos de agua de los residentes hasta expulsarlos de sus hogares en Julio del 2021. Antes de expulsarlos, la ocupación israelí arrasó con excavadoras los hogares palestinos en Humsa y los sitió sin agua varios días. Los residentes de las aldeas vecinas tuvieron que contrabandear botellas de agua a los palestinos sitiados en Humsa.
La comunidad de Ras Al-Tin
La presencia de palestinos en Ein Samiya interrumpe los intentos israelíes de saquear sus recursos acuíferos. Es por lo que Israel ha estado creando un medioambiente coercitivo de violencia de colonos y del ejército, de demolicíón de hogares y de restricciones sobre los movimientos de los palestinos para excluirlos de Ein Samiya.
La Comunidad Beduina de Ras Al-Tin ha sido durante décadas un obstáculo para la expansión de los asentamientos israelíes Ein Samiya. Después de soportar décadas de violencia, de demoliciones de hogares y de deshumanización, el apartheid israelí expulsó a la fuerza a principios de mes a unos 120 palestinos que vivían en Ras Al-Tin.
El incremento de la violencia colona fue la razón principal que obligó a los residentes de Ras Al-Tin a abandonar la zona. En los meses precedentes a su desplazamiento forzoso, los residentes se encontraron con una escalada de la violencia colona bajo la plena protección del ejército israelí.
Antes del desplazamiento de la comunidad, loc colonos solían invadir la comunidad prácticamente a diario para asaltar violentamente a los palestinos. Los colonos también incendiaron los coches de los residentes y les cortaron el acceso al agua varias veces.
S semanas antes de expulsar a los palestinos de Ras Al-Tin, un grupo de colonos israelíes fanáticos invadieron el hogar de una de las familias que habitan la comunidad y acosaron agresivamente a todos sus miembros, incluyendo hombres, mujeres y niños. Una de las mujeres fue gravemente herida y fue llevada al hospital debido al ataque brutal.
Agregando el insulto a la injuria, los colonos, que viven en avanzados rediles colonos en la zona han estado tonando medidas drásticas contra los pastores palestinos en Ein Samiya. Como comunidad de pastoreo, los residentes de Ras Al-Tin han perdido su fuente de medios de vida al impedirles el acceso a su tierra de pastoreo.
de pastoreo.
Lo que la comunidad de Ras Al-Tin se encontró antes de su desplazamiento fue la culminación de años de prácticas de apartheid y de brutalidad israelí. El 14 de Julio del 2021, el ejército israelí invadió Ras Al-Tin y arrasó los hogares de ochenta y cuatro personas.
En un intento de reforzar la firmeza de los palestinos en Ras Al-Tin, las organizaciones de la sociedad civil edificaron en el 2020 una escuela en la comunidad. Un mes después de que los estudiantes comenzaran a ir a clase, las excavadoras israelíes redujeron la escuela a escombros.
A pesar de esto, la comunidad intentó continuar viviendo con firmeza en su tierra contra todas las adversidades. Aún así, los acosos recientes por parte de los colonos y del ejército, en especial cortando la fuente de ingresos de los residentes negándoles el acceso a su tierra, han llevado a su expulsión forzosa.
Los avanzados rediles colonos israelíes, son un fenómeno reciente, aunque creciente, y son un embate contra el pastoreo palestino. Los pastores en Ein Samiya, Masafer Yatta y en el Valle del Jordán están luchando para alimentar sus rebaños y continúan viviendo en un estilo de vida pastoral autosuficiente.