Gritos de “Free, free Palestine” y “Isolate Apartheid Israel” llenaron las calles de Sudáfrica en protesta por la visita oficial israelí
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Gritos de “Free, free Palestine” y “Isolate Apartheid Israel” llenaron las calles de Sudáfrica en protesta por la visita oficial israelí

***image2***Las calles de Johanesburgo, Cape Town y Durban vibraron este fin de semana con gritos de “Free Free Palestine” [Palestina libre, libre], “Isolate Apartheid Israel” [Aislar el Apartheid de Israel], “Boycott Israel” [Boicot a Israel] y “No to Bantustans”[No a los bantustanes], para marcar la próxima visita del Viceprimer Ministro israelí Ehud Olmert a Sudáfrica. Miles de personas se tomaron las calles. En las noticias del sábado por la tarde, escenas de las sonoras protestas entremezcladas con imágenes de las últimas intervenciones mortales israelíes en Gaza dejaron a los espectadores la pregunta sobre por qué el gobierno del ANC [Congreso Nacional Africano], supuestamente un firme colaborador con la causa palestina, puede estar interesado en este tipo de representantes de Israel.

Mientras descaradamente el Viceministro de Asuntos Exteriores Aziz Pahad intentó minimizar la visita, alegando que ésta forma parte de una estrategia para animar a los israelíes a negociar con la Autoridad Palestina (AP), las intenciones reales detrás de la visita han comenzado a descubrirse.

Olmert, también Ministro de Comercio, es el funcionario de mayor envergadura de Israel que ha visitado a la Sudáfrica democrática. Él debería llegar el martes 19 de octubre con una delegación de 23 personalidades de la élite de los negocios. Los más importantes de Israel, en materias de tecnología avanzada, seguridad y exportaciones industriales visitarán Sudáfrica para incrementar las exportaciones de Israel que ya alcanzan los 130 millones de dólares en mercancías al año (sin incluir los diamantes). Olmert y su homólogo sudafricano, Mandisi Mpahlwa, esperan consolidar un tratado de protección de inversiones durante el curso de la semana.

En Israel, portavoces del Likud se jactan abiertamente de la visita, mientras en Sudáfrica el gobierno intenta restar importancia al viaje, avergonzado del modo terminante en que han colocado los beneficios por encima de los principios. Mientras el departamento de comercio israelí espera incrementar hasta en un 5% el comercio con Sudáfrica a final de año, más importante aun para el estado del Apartheid Israelí es el uso de Sudáfrica como plataforma de lanzamiento para el comercio con el resto del continente. Las políticas neoliberales restan importancia a cualquier consideración moral sobre el comercio con un estado inescrupuloso. Israel depende del comercio y la aceptación internacional del mismo modo que ocurrió con el régimen de Apartheid Sudafricano. De igual manera, la política de “compromiso constructivo” del estado de Sudáfrica con Israel es en esencia la mismo política de Thatcher y Reagan durante el Apartheid de Sudáfrica en los años 80, justamente denunciada por los actuales representantes del gobierno de Sudáfrica.

En la reciente Conferencia de Naciones Unidas sobre los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino, celebrada en Cape Town, John Dugard, el enviado especial de la ONU en Palestina, y Jody Kollapen, la directora de la Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica, apoyaron los puntos de vista del Comité Sudafricano de Solidaridad con Palestina. Esto fue una solicitud de sanciones y boicot contra el Apartheid de Israel. Este enfoque fue cuestionado clamorosamente por el actual Gabinete de Ministros de Sudáfrica pero también por los representantes de la AP incluyendo a Saeb Erakat. Irónicamente, el tipo de apoyo concreto ofrecido por el estado sudafricano al término de la conferencia de la ONU llegó en forma de acuerdo entre el alcalde de Nablus y el representante del municipio de Cape Town ¡para suministrar tecnología hidráulica pre-pagada a Palestina! Esta tecnología es condenada por los movimientos sociales sudafricanos como un modo de privatización del agua que sobrecargará aún más a las comunidades más pobres.

El último mes, en una reunión de movimientos pacifistas y anti-globalización celebrada en Beirut, cerca de 260 organización de 41 países unánimemente adhirieron a la campaña de boicot contra el Apartheid de Israel. Recientemente, la Red Anglicana Paz y Justicia [Anglican Peace and Justice Network, APJN] acordó apoyar a las muchas iglesias, universidades y sindicatos de Occidente que están ampliando la convocatoria de la campaña para la retirada de inversiones según el modelo del boicot popular del Apartheid de Sudáfrica. La APJN señaló que esto podría presionar a los líderes de los 75 millones de anglicanos y episcopales de todo el mundo para imponer sanciones a Israel tras una visita de ocho días a los territorios ocupados. En julio, la asamblea general de la Iglesia Presbiteriana en los Estados Unidos, que cuenta con 3 millones de miembros, votó mayoritariamente por el boicot a Israel.

Continuando con el muy loable acatamiento del gobierno sudafricano a la Corte Internacional de Justicia sobre el Muro del Apartheid, el gobierno debería seguir liderando la campaña de sanciones contra Israel, el tipo de campaña que el ANC promovió durante los días más oscuros del apartheid en Sudáfrica. El incremento del comercio y las relaciones con Israel marcan un importante punto de giro en la estrategia del ANC, que golpea con hipocresía y doble discurso dado su previo y fuerte apoyo a la causa palestina. Es un desperdicio de la base de alta moralidad ganada por el pueblo a través de un enorme sacrificio. Y más peligrosamente aún, se dará legitimidad al llamado plan de “paz” de Sharon. Estos planes de “paz” –el desmembramiento y la creación de un estado prisión en la Franja de Gaza mientras se lleva a cabo la exterminación del pueblo palestino y la anexión de sus restantes tierras en Cisjordania- son una declaración de guerra e imperialismo que hace que el Apartheid de Sudáfrica de los años 80 parezca moderado.

Dov Weisglass, consejero legal de Sharon, indicó en Haaretz la semana pasada que “el significado del plan de separación es la congelación del proceso de paz… de una manera legítima” manteniendo el estatus quo que permite incrementar el colonialismo. Esto permite que el Muro del Apartheid se complete, robando casi la mitad de las tierras que quedan en Cisjordania. Servirá para aumentar el número de ejecuciones y asesinatos que ahora alcanzan un total de 3.600 desde el comienzo de la segunda Intifada. Se pretende dar credibilidad y aceptación a el estado que ha destruido cerca de 7.000 casas palestinas en los últimos cuatro años.

Para aquellos de nosotros en movimientos de solidaridad con el pueblo palestino nuestra tarea se hace más fácil de definir, aunque llevarla a cabo es un desafío mayor que nunca. Es nuestra responsabilidad iniciar desde el nivel más básico una campaña internacional para el aislar y boicotear a Israel. Hemos recibido numerosos mensajes de apoyo de las organizaciones palestinas de base para la oposición a la visita de Olmert. Esto está en consonancia con las solicitudes de las organizaciones en Palestina para que seamos nosotros los que comencemos la tarea de aislar al Israel del Apartheid económica, cultural, académica y moralmente. En Sudáfrica, los más ardientes defensores de la liberación de palestina son los nuevos movimientos sociales como el Foro contra la Privatización, el Movimiento de los Sin Tierra, grupos Anti-desahucio y Jubileo. El liderazgo del Partido Comunista Sudafricano [South African Communist Party, SACP] y el COSATU [Congress of South African Trade Unions, Congreso Sudafricano de Uniones de Comercio] en alianza con el ANC mientras que retóricamente apoyan la causa palestina detienen de manera brusca el compromiso activo de solidaridad. Esto no refleja a las bases de estas organizaciones que se relacionan estrechamente con el movimiento de solidaridad con Palestina. Fundamentalmente, cuando nuestro propio gobierno ofrece la lógica del neoliberalismo y el mercado a la gente que lucha por la libertad y la justicia, es nuestra responsabilidad hablar claro y encontrar espacios para conseguir la democracia, la paz y la justicia social.

El encuentro conseguido con el Viceministro de Asuntos Exteriores se celebró ayer. Resulta altamente improbable que el Estado cancele la invitación a Olmert. Una invitación que ahora nos han dicho fue acordada hace tres años por el entonces Ministro de Comercio e Industria, Alec Erwin, también miembro ejecutivo del SACP. Las protestas continúan y, en un alentadora señal, el coordinador de las campañas de la región más fuerte del COSATU ha indicado que ellos deberían unirse a las protestas.