Conferencia en Universidad de Londres destaca la llamada al boicot para luchar contra el Apartheid israelí
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Conferencia en Universidad de Londres destaca la llamada al boicot para luchar contra el Apartheid israelí

El domingo, 5 de diciembre de 2004, una gran audiencia llenó la sala de conferencias de la Brunei Gallery en el School of Oriental and African Studies (Colegio de Estudios Orientales y Africanos) para escuchar “Resistiendo el Apartheid israelí: estrategias y principios”. La jornada de conferencia ofreció estrategias para la oposición a la ocupación israelí y a las políticas de apartheid de Israel.

Los conferenciantes fueron importantes profesores de Reino Unido, Estados Unidos, Sudáfrica, Israel y Australia, con dos representantes de Palestina. Mientras el tema principal fue la necesidad de un boicot cultural y académico de Israel, las acciones para el boicot económico y el cese de inversiones también se plantearon. Los oradores destacaron la extrema urgencia de la situación a la que Palestina hace frente.

Los dos principales oradores de Palestina -Lisa Taraki, profesora asociada de Sociología en la Universidad de Birzeit, y Omar Barghouti, escritor, coreógrafo y doctor por la Universidad de Tel Aviv- presentaron el caso para el boicot académico de Israel con gran fuerza y lucidez. La llamada oficial de Palestina para el boicot, lanzada en abril de 2004, está respaldada por las principales autoridades universitarias, corporaciones culturales y profesionales, y organizaciones sindicales de los Territorios Ocupados (ver https://right2edu.birzeit.edu/news/printer178).

La doctora Taraki destacó el papel jugado por la mayoría de universidades e instituciones israelíes apoyando la naturaleza racista y opresiva del estado israelí, y advirtió contra la legitimación de las autoridades universitarias israelíes ofreciendo ayuda financiera a Palestina condicionada a proyectos conjuntos. En el diálogo ofreció una cálida bienvenida a los estudiantes británicos que visiten Birzeit y otras universidades de Cisjordania, tanto durante estancias breves como para programas de estudio, pues se obtendrá una mejor comprensión de la situación en la que se encuentran los estudiantes de Palestina.

Omar Barghouti apuntó que incluso los “progresistas” de izquierda dentro del mundo académico israelí se oponen generalmente al derecho de retorno de los refugiados palestinos, y muy rara vez protestan porque los palestinos que viven dentro de la Green Line también están excluidos de la completa ciudadanía por no ser judíos. Destacó la moral natural universal de la cuestión tratada y cuestionó el principio de “excepcionalidad” con el que Israel frecuentemente justifica sus políticas al resto del mundo.

Victoria Brittain, al presentar al principal conferenciante, profesor de la Universidad de Oxford y poeta, Tom Paulin, recordó algunas de las similitudes con la campaña contra el Apartheid en Sudáfrica: la apatía del gobierno, la información sesgada ofrecida por los medios de comunicación, el tiempo difícil al que tuvo que hacer frente la ANC cuando sus líderes fueron encarcelados, asesinados o exiliados. Subrayó el papel crucial jugado en esta lucha por los activistas de base a lo largo del mundo, tema tratado por otros muchos conferenciantes, incluyendo a Karma Nabulsi de Oxford y Ron Press de Sudáfrica.

El profesor Paulin recordó a la audiencia que el boicot a los productos sudafricanos comenzó en Irlanda, cuya experiencia colonial creó una empatía especial entre los dos pueblos. También habló acerca de la necesidad de usar no sólo el intelecto, sino también la imaginación creativa para describir la experiencia palestina a través de la música, el teatro, el cine, la poesía, la novela: ¿dónde –preguntó- está la ”batalla de Argel” palestina?

El historiador israelí Ilan Pappe, de la Universidad de Haifa, apoyó totalmente el boicot (deplorando, y manifestando, la falta de ayuda que ha tenido entre sus colegas). Destacó la importancia de la comunidad internacional para aunar esfuerzos, preferiblemente guiados desde el liderazgo palestino.

Mona Baker, de la Universidad de Manchester, estableció los principios del boicot, destacando la decadencia de las instituciones universitarias por ser órganos del Estado. Se preguntó por qué los catedráticos universitarios podrían esperar un tratamiento diferente de aquéllos igualmente “inocentes” trabajadores israelíes que se verían afectados por el éxito del boicot económico.

Desde la base, gran número de personas sugirieron otros modos de boicot, principalmente hacia otros cuerpos profesionales o individuales que participan o admiten actos ilegales, como los profesionales de la arquitectura o la abogacía.

Lewis Davidson, recordando la importancia del cese de inversiones en la campaña Antiapartheid, ofreció esperanzadoras noticias acerca de la creciente petición en las universidades de EE.UU. del cese de inversiones y del aumento de la presión contra Caterpillar. El valiente apoyo de la Iglesia Presbiteriana para iniciar el proceso de cese de inversiones en alguno de sus multimillonarios negocios en empresas israelíes ha encendido una histérica reacción sionista y amenazas de acciones legales. Esto, señaló Davidson, puede proporcionar gran publicidad.

Betty Hunter, del Comité Palestino de Solidaridad, habló de las cuestiones prácticas que se pueden hacer tanto individualmente como en grupo para promover y conseguir la presión económica, desde proponer como objetivo los supermercados hasta plantear problemas a AGMs de Reino Unido, compañías que comercian con Israel. Aunque se necesita tiempo para que se sienta el impacto económico, la campaña de boicot es un medio excelente para la educación y el aumento de la concienciación popular. A niveles de gobierno y de Europa, dijo, es necesario presionar fuertemente para detener el próspero comercio de armas con Israel, así como suspender el acuerdo de comercio preferencial con la UE. Sugirió que Caterpillar puede convertirse en el centro de una completa campaña de boicot, igual que Barclays Bank fue el símbolo del movimiento Antiapartheid.

Hilary Rose, que con su marido Stephen ha lanzado recientemente el Comité Británico para Universidades para Palestina (ver www.bricup.org.uk) se siente optimista por el ímpetu que la convocatoria de boicot dará a la campaña total: muchas universidades francesas (que funcionan con profesorado independiente más que con gerentes) ya la han secundado.

Para más información acerca de la campaña de boicot en Reino Unido y los textos aportados en la conferencia, por favor ver www.bricup.org.uk.