Khaled Odetallah – Beit Hanina: “Senzeni Na – ¿Qué hemos hecho?”
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Khaled Odetallah – Beit Hanina: “Senzeni Na – ¿Qué hemos hecho?”

***image1***Durante los años 80, la lucha contra el apartheid en Sudáfrica la letra de la canción “Senzeni Na – ¿Qué hemos hecho?” se usó comúnmente como expresión de la exasperación por la crueldad y brutalidad del régimen de apartheid. A lo largo de Palestina, las mismas palabras se pronuncian una vez más pues la ocupación intenta imponer una solución final de apartheid, guetización y encarcelamiento sobre la población palestina.

Beit Hanina ha sido parte del distrito de Jerusalén desde la época del Imperio Otomano. Localizado a sólo 5 km de la ciudad, la aldea está inmersa en el tejido económico y social de Jerusalén. La aldea se expandió hacia el este (lo que ahora se conoce como Beit Hanina Jadida) y está situada entre Ramallah y Jerusalén. Beit Hanina es el hogar de Khaled Odetallah, un activo miembro de la comunidad desde hace décadas. Ha sido testigo de primera mano de los brutales efectos de la ocupación colonial y sionista.

“Después de 1967 la Ocupación anexionó Beit Hanina dentro de los límites municipales. La toma de medidas y confiscaciones de la Ocupación en contra de las tierras de la aldea ha sido una constante desde entonces, alcanzando su cota más alta entre 1971 y 1995”.

La confiscación sirvió para muchas estrategias de los sionistas. Lo primero fue construir asentamientos en nuestra tierra. Se construyó la colonia de Ramot hacia el oeste. Pronto le siguió el asentamiento de Pisgat Ze’ev. Originalmente la tierra del área de Beit Hanina era de 20.000 dunums (1 dunmun = 1.000 m2). Era la segunda aldea de Jerusalén después de Lifta. Nuestras tierras llegaban hasta la aldea de Qalandiya en el norte, Lifta hacia el sur, Hizma al este y las aldeas de Nabi Semuel y Beit Iksa hacia el oeste.”

Hasta los años 50 los residentes de Beit Hanina dependían de dos principales fuentes de agricultura: el futum del este y el futu del oeste. Los nombres provienen de la práctica sustentable de cultivar dos áreas de tierra alternadamente, durante diferentes estaciones del año. Con el hurto de más del 80% de los 20.000 dunums de las tierras originales de la aldea, Khaled recuerda cómo han sido robadas gradualmente:

”Los veinte mil dunums están divididos como sigue: 7.164 dunums fueron confiscados para los asentamientos de Ramot Allon, Pisgat Ze’ev, Nabi Ya’acov y Atarot. 3.000 dunums fueron robados para el parque del asentamiento de Har Samuel. Se trata de una “reserva natural” de 15.000 dunums que se montó también sobre tierras de otras aldeas. La carretera para colonos tomó 45 dunums. No es una carretera normal, más bien parece una pista de aterrizaje. Es sólo para los israelíes y a nosotros no se nos permite usarla. La carretera se extiende 2 km sobre nuestras tierras. Ahora el Muro del Apartheid se está construyendo sobre 1.400 dunums y aísla 7.000 dunums de tierra. Ellos también han instalado una base militar en lo alto de la colina, confiscando 338 dunums de nuestra tierra. Lo que nos han dejado son unos 2.000 dunums. El Muro rodea la aldea de Beit Hanina por tres lados, este, oeste y sur, conectándola con Bir Nabala a través de una camino polvoriento. Antes usábamos la carretera hacia Beit Hanina Jadida, en la carretera Jerusalén-Ramallah. En nuestra aldea, cuando el Muro esté completo anexionará el doble de lo que se anexionó de otras aldeas en el mismo cantón en el que nos vemos obligados a estar.

”Este ataque sionista sobre nuestra tierra, la principal fuente de ingresos para la comunidad, ha sido devastador. La población de Beit Hanina viviendo en EE.UU. asciende a 24.000 personas, y hay varios miles viviendo en Latinoamérica, Jordania y el Golfo. Sólo somos 2.000 los que quedamos en la aldea. La destrucción del Muro tomará miles de olivos, los que han estado en nuestras tierras desde el tiempo de los romanos. Además, nuestras tierras destinadas al cultivo de cereales y al ganado están totalmente destruidas por el Muro o aisladas tras él. Ahora nos prometen puertas en el Muro para acceder a esas tierras, pero sabemos lo que esto significa: más confiscaciones. Tenemos familias que dependen de sus olivares. Tenemos árboles que necesitan dos o tres días para ser cosechados con los que conseguimos entre 12 y 20 litros de aceite. Todo está siendo destruido o aislado. El lado oeste de la aldea se llama Khirbet Hazur y es un yacimiento arqueológico. Es rico por su tierra y sus recursos de agua. Un antiguo y bello lugar Cananeo. Será destruido o saqueado. Esta extensa área es muy rica en agua –las antiguas generaciones de nuestra aldea recuerdan que 15 pozos y tres fuentes (Muzrab, Malqa y Abu Ziad) fueron confiscadas para el parquet Nabi Semuel.

Dividiendo la aldea, aislamiento de la educación:

La parte antigua de Beit Hanina y las más modernas han quedado separadas por el proyecto de Apartheid de las Fuerzas de Ocupación. Khaled apunta: “La carretera entre las dos partes se cerró desde 2002. El Muro reforzará el encierro. 211 en la aldea personas quedarán sin empleo después del cierre. Todos solían trabajar en la parte este –Beit Hanina Jadida- y dentro de la parte antigua de la aldea han cerrado 27 talleres y tiendas, y unas 217 personas perdieron su fuente de ingresos. La escuela secundaria para chicas solía recibir estudiantes provenientes de las aldeas de Beit Hanina Jadida, Beit Ikssa y Jib. Después del cierre esto cambió, de 500 estudiantes a 150, y el número disminuye cada día.

“Con el Muro se está amenazando la continuidad del centro escolar. La nueva escuela para chicos está en el otro lado de Beit Hanina y los muchachos de la aldea se encuentran separados de su colegio. Lo mismo ocurre con los servicios sanitarios; todas los centros médicos están en Beit Hanina Jadida, adonde la gente de la parte antigua de la aldea no puede llegar. Tenemos una clínica donde el medico viene una vez a la semana y la carretera hacia Bir Nabala es demasiado larga para un caso de emergencia. Si alguien tiene un ataque cardiaco el Muro nos obligará a viajar a través de Bir Nabala hacia Ram y Hizma, recorrido demasiado largo para alguien que necesite atención médica inmediata. Antes del cierre de la carretera solo necesitábamos 10 minutos.

“La política sionista de expulsión es obvia después de conocer lo que he dicho sobre Beit Hanina. Sin embargo, lo que está ocurriendo en la aldea es parte un proyecto más amplio que se está aplicando a toda Jerusalén. No tenemos ninguna posibilidad de expansión potencial. Mucho de lo que queda de las tierras de la aldea son “áreas verdes” donde no podemos construir porque los precios para conseguir una licencia de construcción son muy caros. Esto se hace de forma deliberada para prohibirnos construir. Con el Muro, la Ocupación está intentando expulsar a la población de la ciudad, como parte de la política sionista para la judeización de Jerusalén.

No hay un plan nacional para resistirse al Muro. Tenemos el ejemplo de los tribunales. La gente va a juicio bajo el lema “salva lo que se pueda ser salvado”. Personalmente creo que es inútil acudir a los tribunales. Discutir acerca del trazado del Muro e intentar alternativas es ridículo. Cuando la solidaridad se debilita la gente busca soluciones individuales. Incluso los abogados y las ONGs resultan ajenas para la desesperación de la gente, y para nuestra continua miseria provocada por los asentamientos y las confiscaciones”

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