Activistas de solidaridad aprovecharon las celebraciones de la Navidad en todo el mundo para recordar al público la dramática y actual guetización de Belén y el resto de Palestina. Los periodistas enviaron innumerables artÃculos describiendo el aprisionamiento de la población palestina en Belén; los lÃderes eclesiásticos usaron sus sermones navideños para hacer un llamado por la justicia para el pueblo palestino y urgir la solidaridad internacional para con quienes se encuentran bajo Ocupación y aprisionados tras el Muro del Apartheid.
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En Oslo, la campaña de boicot noruega distribuyó clementinas y naranjas españolas y marroquÃes como un âpresente navideñoâ, con la intención de demostrar cuán fácil es encontrar alternativas y boicotear el Apartheid israelÃ. Se repartieron 50 kilos de clementinas, junto a panfletos sobre el boicot, a un público noruego abrumadoramente comprensivo.
Mientras la población palestina de la ciudad de Belén se preparaba para la celebración anual de la Navidad en la Iglesia de la Natividad, lÃderes cristianos mostraron particular atención al actual sufrimiento por el que atraviesa la ciudad, siendo el centro de atención tradicional para las celebraciones mundiales de la Navidad.
El movimiento internacional popular cristiano Pax Christi organizó su sexta visita consecutiva a la ciudad de Belén. Representantes de Pax Christi entregaron a los grupos palestinos de Belén mensajes de solidaridad y apoyo de cientos de cristianos e iglesias de todo el mundo condenando el Muro, el robo de tierra y la brutal Ocupación.
LÃderes católicos en Jerusalén condenaron la Ocupación y describieron tanto Belén como el resto de Cisjordania como una âinmensa prisiónâ.
En Londres, el Arzobispo de Westminster âlÃder de la Iglesia Católica de Inglaterra y Galesâ urgió a la población a visitar Belén para resistir a lo que él llamó el âbloqueoâ de la Ocupación. Describiendo a los habitantes de la ciudad como âterriblemente solosâ y âatrapadosâ detrás del Muro y los puestos de control de la Ocupación, el cardenal Cormac Murphy-OâConnor usó su multitudinario sermón de medianoche âuno de los mayores del añoâ para exigir que âdejen que Belén sea lo que tiene que ser: una ciudad libre y abiertaâ.
Un movimiento llamado Iglesias Unidas en Gran Bretaña e Irlanda (CTBI) â que incorpora iglesias de todo el espectro, incluyendo católicas, ortodoxas, anglicanas, pentecostales y otras â denunció, en una comunicación pública de Navidad, a la Ocupación y al Muro. Describiendo a Belén como una prisión de más de 160.000 personas, y condenando la clausura de la histórica carretera Jerusalén-Belén para la gran mayorÃa de la población palestina, describió al Muro como âuna grave injusticia para este pueblo, una seria amenaza para la vida económica y social, y una afrenta para todos los cristianosâ.
El espÃritu de solidaridad y resistencia se hizo presente, también, en otros eventos cristianos tradicionales. En Oxford, Cardiff, Londres y muchas otras ciudades a lo largo de Gran Bretaña, activistas realizaron un âservicio alternativo de villancicos cristianosâ, en el que se cantaron tradicionales villancicos junto a canciones de resistencia a la Ocupación. Los cantantes, además, repartieron panfletos y dibujos destacando las injusticias de la Ocupación.
Belén se está convirtiendo en una de las áreas de Cisjordania más golpeadas por la continua expansión del Muro del Apartheid. Más de 20.000 habitantes del distrito de Belén han quedado aislados tras el Muro, y pueblos como Nahhalin, Battir, Hussan y Wadi Fukin quedarán aprisionados. El Muro atraviesa el corazón mismo de la ciudad de Belén, pasando a sólo unas calles de la Iglesia de la Natividad y de la Plaza Central, anexando completamente la Tumba de Raquel a la Ocupación.