El viernes 17 de febrero, los comités populares contra el Muro del Apartheid del distrito de Ramallah organizaron manifestaciones reafirmando su determinación de proteger las tierras palestinas. Cientos de personas se reunieron en Aboud, Bilâin y Beit Seera para enfrentarse a las retroexcavadoras que arrasan su tierra para la construcción del Muro.
Diferentes formas de resistencia al Muro y al proyecto sionista caracterizaron las manifestaciones. La Ocupación empleó los acostumbrados y crueles métodos de represión que utiliza contra cualquier movilización popular, atacando a los manifestantes con munición de guerra, gas lacrimógeno y bombas de ruido.
En Aboud los vehÃculos militares atacaron la aldea mientras 300 manifestantes estaban preparándose para comenzar su protesta semanal. La juventud de Aboud apedreó los jeeps con piedras defendiendo su aldea calle a calle hasta que las Fuerzas de Ocupación se retiraron. Después los manifestantes se congregaron y marcharon hacia la zona donde se construye el Muro. Unidos contra su guetización, corearon gritos contra el Muro y el sionismo. Cuando llegaron al lugar donde los árboles de la aldea han sido arrancados, los palestinos comenzaron a destruir los cimientos que las retroexcavadoras habÃan preparado para el Muro.
Las rocas fueron lanzadas hacia la caravana donde se alojan los guardias privados contratados para supervisar la destrucción de las tierras de la aldea. Las piedras de la resistencia también rompieron la ventana de las retroexcavadoras que arruinan el modo de vida â y aplastan la historia â del pueblo palestino. Para asegurar la actual colonización y el robo de tierras, los vehÃculos militares de Ocupación atacaron a los manifestantes con munición de guerra, balas de goma y gas lacrimogeno.
En la aldea de Bilân cientos de manifestantes prepararon una potente manifestación afirmando su lucha contra la Ocupación. La población palestina fue atacada con una fuerza brutal y salvaje cuando los soldados invadieron la aldea. Se produjeron violentos enfrentamientos cuando gas lacrimógeno y balas de goma fueron dirigidos hacia la aldea. Mucha gente se encontró con dificultades para respirar a causa del gas lacrimógeno que fue disparado al interior de sus viviendas.
En Beit Seera, al oeste de Ramallah, cientos de personas se dirigieron hacia sus tierras para proteger a la aldea de la destrucción de las Fuerzas de Ocupación. El año pasado las retroexcavadoras detuvieron la destrucción de tierras y el sustento de la aldea sólo para recomenzar a arrasar los árboles hace dos dÃas. Los manifestantes corearon consignas contra el Muro, demandaron su demolición y exigieron la aplicación del veredicto de la Corte Internacional de Justicia. Un importante número de soldados y vehÃculos de la Ocupación llegaron a la aldea preparados para reprimir la movilización palestina. El grito de justicia de la población de Beit Seera acabó con palos, gas lacrimógeno y bombas de ruido.
Fue la segunda manifestación de la semana en Beit Seera después de que comenzaran a arrasar las tierras del sudoeste de la aldea. Esto refleja la determinación de la población palestina a lo largo del distrito de Ramallah para rechazar una vida de encierro tras el Muro del Apartheid. Afirmando el derecho a la resistencia frente a la Ocupación militar, la población palestina promete que no se dará por vencida. La defensa de la tierra continúa.
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