***image2***âEsperé mi turno en el puesto de control de Tayaseer. Un soldado me hizo una seٌal para que me acercara. Cuando llegué hasta él me preguntَ: â؟Quién te dijo que vinieras?â Le contesté: âUsted me dijo que vinieraâ. Después se quedَ con mi tarjeta de identidadâ.
Asي comienza Imad Mahmud Ahmad Sawafta su odisea âuna mezcla de control âorwelianoâ y restricciones, que construyen la cultura del gulag en Palestina. Las Fuerzas de Ocupaciَn utilizan multitud de medidas para que resulte imposible su vida y la de la poblaciَn palestina que vive en el Valle del Jordلn. La confiscaciَn de las tarjetas de identidad, descrita por varios agricultores y trabajadores del Valle, es parte de una amplia estrategia para la progresiva confiscaciَn de tierra, la demoliciَn de viviendas y el acoso generalizado a toda la zona. Con el objetivo final de asegurar la colaboraciَn y la dependencia de los agricultores con respecto a los asentamientos sionistas âo su expulsiَn- la vida palestina en el Valle ha quedado bajo grave amenaza.
Imad, un agricultor de Bardala, continْa su relato: âFui con dos de mis amigos. Se llevaron nuestras tarjetas de identidad y nos dijeron que esperلramos. Después de dos horas el soldado devolviَ las tarjetas de mis amigos. Los soldados me dijeron que yo âtenيa problemasâ y que debيa ir a la DCO (Oficina de Coordinaciَn entre la Ocupaciَn y los funcionarios palestinos establecida durante en el Proceso de Oslo) para recoger mi tarjeta de identidad. Me dio un papel escrito en hebreo y me marché.
؟Cَmo puedo ir a la DCO si la Ocupaciَn acaba de desmantelar sus oficinas? Entonces lo intenté en el puesto de control de Al-Hamra, a 35 km. de Tayaseer. Esperé en ese puesto de control al menos dos horas. Entonces los soldados me preguntaron que dَnde tenيa mi tarjeta de identidad. Les dije que los soldados de Tayaseer me la quitaron. El soldado llamَ a Tayaseer y me dijo que mi tarjeta no estaba allي. Querيa sabe dَnde estaba, no dَnde no estaba. Pero el soldado me obligَ a marchar de la zona del puesto de control. Ayer volvي otra vez a los dos puestos de control, el de Tayaseer y el Al-Hamra, sin conseguir nada. La situaciَn es grotesca. El otro dيa esperé una hora en la carretera de los colonos a que pasara un jeep militar para poder preguntar cَmo conseguir mi tarjeta de identidad.
Hay mucha gente que estل en mi misma situaciَn. He oيdo que en el Valle hay otros 20 casos de tarjetas de identidad confiscadasâ
Las condiciones de gulag creadas por la Ocupaciَn tienen un objetivo concreto: socavar la existencia palestina en el Valle del Jordلn. Durante algunas semanas a nadie menor de 30 aٌos se le permitiَ pasar por el puesto de control que cierra el لrea. Los estudiantes que van al centro de Tobas, o a la universidad, se vieron obligados a caminar a través de los montes. Los estudiantes caminaban durante 4 َ 5 horas a través de los valles de Cisjordania para llegar a su destino. En el Valle del Jordلn a la poblaciَn mayor de 30 aٌos âla ْnica a la que se permitيa pasar por el puesto de control- se le han impuesto duras limitaciones. Imad continua: âNormalmente, cuando pasamos por los puestos de control para ir al oeste del Valle del Jordلn, las Fuerzas de Ocupaciَn toman nota de nuestros nombres. Los soldados del puesto de control que controlan la entrada al Valle ahora nos dicen que estل prohibido pasar la noche fuera del Valle del Jordلn. A pesar de todo, exigimos nuestro derecho a movernos como queramos e intentamos cambiar cualquier medida de acoso que nos impongan.
La Ocupaciَn impone un hostigamiento total a esta tierra. Todos nosotros tenemos nuestras granjas cerradas por el Muro y no nos permiten estar en nuestras tierras después de las 6 de la tarde. La Ocupaciَn patrulla la zona con soldados a pie o en jeeps para controlar las granjas y las tarjetas de identidad de los agricultores y sus trabajadores. Si encuentran a alguien sin los papeles que piden, les expulsan. Los agricultores estلn esperando castigos mلs duros por dar trabajo a palestinos que no tienen documentos de residencia en el Valleâ.
Los agricultores palestinos, acosados por todos lados, estلn siendo presionados para que colaboren con la Ocupaciَn. Imad vuelve a contar lo que ocurriَ en una reuniَn, convocada por la oficina militar de la Ocupaciَn del Valle del Jordلn, a la que fueron llamados los agricultores de mلs edad de la zona.
âOcurriَ después de que ellos cerraran el paso a nuestros productos en el terminal de Bardala. Ofrecieron enviar nuestros productos a los asentamientos para empaquetarlos, y después podrيan dejarnos pasar a Bardala. Debيamos pagar a los colonos dos shekels* por cada caja de fruta o verdura para poder exportar los productos a las لreas de 1848. Por supuesto que rehusamos esta oferta porque nunca hemos trabajado con los colonosâ.
Basem Fuqaha: âEsta tierra en nuestra tierra, tْ eres el ْnico que necesita pedir permiso aquيâ
Basem Fuqaha tiene una prَspera e importante granja en el Valle del Jordلn. Ahora ha quedado completamente rodeada por los asentamientos y las granjas de los colonos. Ademلs, los intentos de la Ocupaciَn para arrebatar la propiedad a Basem no han impedido que continْe trabajando sus tierras diariamente. Sin embargo, la polيtica de Ocupaciَn tiene como objetivo impedir que encuentre trabajadores para cultivar sus campos.
âEstaba llevando a los trabajadores de un campo a otro cuando un jeep militar vino y se parَ frente a nosotros. Los soldados pidieron nuestras tarjetas de identidad y preguntaron qué hacيamos en las tierras. Les dije: âEs mi tierra y ha sido la tierra de mis padres, y la cultivamosâ. Los soldados vieron que los trabajadores no eran del Valle del Jordلn y me preguntaron si tenيan permiso para estar allي. Les dije: âEsta tierra es nuestra, ustedes son los ْnicos que necesitan pedir permiso aquيâ. Los soldados llamaron a los altos oficiales y al final les obligaron a todos ellos a ir al puesto de control de Tayaseer, expulsaron a los trabajadores del Valle y confiscaron sus tarjetas de identidadâ.
La expulsiَn de trabajadores de las granjas palestinas hace que cultivar resulte casi imposible. âMi granja tiene cerca de 1.500 dunums**. No puedo cultivarla yo soloâ, explica Basem. âNecesito trabajadores y no es fلcil encontrarlos en el Valle del Jordلn porque todos tenemos nuestra propia tierra de cultivo en la que trabajamos.
Acostumbraba emplear trabajadores de los distritos del norte de Cisjordania. Pero desde hace unos meses los trabajadores necesitan un permiso de entrada y la Ocupaciَn no da estos permisos. Hasta ahora todavيa encuentro trabajadores que atraviesan a escondidas las montaٌas, pero esto acabarل pronto y después no encontraré a nadie que me ayude a trabajar la tierra: esto volverل a ser el mismo aislamiento que Jerusalén y que las لreas palestinas de 1948. Sin tener a nadie que cultive mi tierra sَlo tengo dos opciones: dejar mi tierra sin cultivar y, de acuerdo a la antigua Ley Otomana, perderla al cabo de tres aٌos, o llegar a un acuerdo con los colonos para unirme a sus proyectosâ.
La Ocupaciَn estل empujando a los granjeros palestinos mلs y mلs a aceptar la colaboraciَn con los asentamientos para que se les permita cultivar o recolectar sus productos. En otras zonas los colonos simplemente se quedan con las tierras palestinas por la fuerza.
En el Valle del Jordلn, los militares junto a los colonos ya han robado miles de dunums. Basam indica de qué modo las tierras cercanas a sus campos (de 3.000 a 4.000 dunums) han sido declaradas âzona militarâ. Ninguno de los agricultores puede llegar ahora a sus tierras. âHace un aٌo, los colonos de Mahola y Shedmat Mahola y otros asentamientos de la zona comenzaron a cultivarlas. Hoy estلn cultivando en ellas trigo, algunas hierbas y palmeras. La Ocupaciَn recoge las cosechas y las vende libremente: los puestos de control, las fronteras y los mercados internacionales estلn abiertos a sus productosâ.
Los trabajadores de Cisjordania soportan el peso de las polيticas de Ocupaciَn igual que la mayorيa de los agricultores del Valle del Jordلn. Mientras la poblaciَn palestina que acepta trabajar con los asentamientos puede conseguir fلcilmente permisos y el acceso al Valle del Jordلn, la situaciَn se vuelve cada vez mلs dura para quienes se resisten al intento de la Ocupaciَn de convertirlos en mano de obra barata.
Los trabajadores, principalmente de los distritos del norte de Cisjordania, todavيa viven y trabajan en el Valle del Jordلn bajo riesgo de inminente expulsiَn, pérdida de sus tarjetas de identidad y posible detenciَn.
Uno de estos trabajadores agrيcolas explica: âSoy de Bir Al-Basha (distrito de Jenيn). He trabajado aquي desde hace aٌos. Pero este acoso no me permite volver a casa nunca mلs. No he visto mi casa ni a mi familia desde hace mلs de dos semanas. Algunas veces paso tres semanas al mes sin ir a casa.
***image3***La ْltima vez vine hasta aquي caminando a través de las montaٌas y los valles. Es agotador caminar cuatro horas desde Tobas hasta aquي. Tengo miedo de que los soldados me capturen en la granja. Tengo miedo de que ellos vengan por la noche y me expulsen fuera del Valle del Jordلn. Tengo que esconderme siempre. En Jenيn no hay trabajo. No nos permiten trabajar en las zonas del 48. Aquي ahora nos han prohibido trabajarâ.
El ultimo aٌo la Ocupaciَn presentَ un gran âproyecto de desarrolloâ para extender los asentamientos y sus granjas en el Valle. Compaٌيas como Carmel Agrexco (de la que la Ocupaciَn posee directamente el 75%) consiguiَ enormes beneficios de esta polيtica de Ocupaciَn. La mayorيa de sus productos vienen del Valle del Jordلn y son transportados desde los almacenes de empaquetado en el Valle hacia los mercados europeos en 24 horas. Con almacenes de distribuciَn en la mayorيa de los paيses de Europa âincluyendo las grandes cadenas de supermercados- la ayuda a las exportaciones de la Ocupaciَn mantiene el mecanismo que crea la devastaciَn para la poblaciَn palestina. Mientras la agricultura palestina y sus medios de subsistencia estلn siendo destruidos, socavando la existencia en las aldeas y granjas de todo el Valle, la necesidad de un fuerte y coordinado boicot al Apartheid israelي y sus exportaciones resulta ahora mلs vital que nunca.
* 1 shekel = 0â20 euros o 0â25 dَlares
** 1 dunum = 1.000 m2
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