El MERCOSUR y el Apartheid Israelí – una alianza manchada con sangre palestina
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El MERCOSUR y el Apartheid Israelí – una alianza manchada con sangre palestina

El MERCOSUR es el bloque más importante en América Latina, centrando su trabajo en la persecución de la democracia y los derechos humanos entre sus relaciones económicas y políticas. Nosotros creemos que es tu oportunidad de oponerte al colonialismo y a las relaciones comerciales que fomentan la pobreza. El próximo mes, MERCOSUR planea firmar su segundo Tratado de Libre Comercio (TLC). Será firmado con Israel, el estado que nos ha expulsado de nuestras tierras, ha violado todos los derechos humanos del pueblo palestino y el derecho internacional por más de 50 años y que ahora está encerrando al resto de la población palestina en guetos entre muros de 8 metros de altura. No hay otro movimiento que pueda marchar al MERCOSUR con más sangre causada por la brutal ocupación militar y el apartheid. Esto hace que nos preguntemos en Palestina y en todo el mundo: ¿Qué es lo que la nueva era en Sudamérica está aguantando?

***image1*** Este TLC viene al momento en que Israel completa el Muro del Apartheid que recorre nuestras ciudades y pueblos aprisionándonos en bantustantes, tanto en Cisjordania como en Gaza – encarcelándonos en sólo el 12% de la Palestina Histórica. Continuos asesinatos han causado este mes la muerte de más de 40 palestinos, incluyendo la masacre de familias en la playa de la ciudad de Gaza; diarios robos de tierra y demolición de casas; la limpieza étnica de Jerusalén; el aislamiento de 122.000 palestinos de su capital y la forzosa transformación de esta ciudad única (lugar sagrado para tres religiones en el mundo) en un lugar “sólo para judíos”, cambiando la realidad para los palestinos de Cisjordania y Gaza. Al mismo tiempo, el Apartheid israelí asegura que los colonos puedan robar nuestra tierra y agua, sin que ninguna ley los condene. Sistemas de carreteras separadas aseguran vías sólo para el uso de colonos judías por sobre túneles controlados por Israel para el uso de palestinos que nos conectan con nuestros guetos. Esto es lo que ellos denominan las “fronteras finales” de un “estado palestino viable”.

Fuera de estos límites, 1.2 millones de palestinos que no fueron expulsados cuando Israel creó su estado en nuestras tierras se pueden transformar en israelíes con ciudadanía de segunda claro o desaparecer. Desde 1948, ellos han sufrido de racismo institucionalizado a través de una serie de regulaciones y leyes y sufren las continuas amenazas de ser expulsados de su patria. Finalmente, pero no menos importante, nuestro pueblo cuenta con 6 millones de refugiados disperses por todo el mundo. Es la mayor y más prolongada comunidad de refugiados que luchan por obtener el reconocimiento de su derecho a volver a sus hogares.

Israel, desde su creación, ha violado el derecho internacional, la resolución de la ONU que lo creó. Es la mayor ocupación en el mundo y el más duradero régimen de apartheid. Ha actuado constantemente como un estado paria entre la comunidad internacional.

A pesar de todo esto, el pueblo palestino ha realizado esfuerzos para promover la paz y el diálogo con el poder que nos mantiene bajo ocupación y en campamentos de refugiados, el régimen que viola casi todas las cientos de resoluciones de ONU, la Convención de Ginebra y todos los derechos humanos reconocidos. Luego de 10 años de la firma del “proceso de paz” nosotros sabemos que el tiempo que le hemos dado a las “negociaciones” ha sido usado por Israel para intensificar la colonización y los asentamientos en nuestras tierras. Es en este momento cuando 170 partidos políticos palestinos, uniones de trabajadores y organizaciones de la sociedad civil se han reunido en torno al llamado por el boicot, desinversión y sanciones contra Israel. Nosotros le estamos pidiendo al mundo que detenga su apoyo al expansionismo israelí con sus relaciones económicas, políticas y culturales y que imponga una clara y final presión sobre Israel para que respete nuestros derechos.

En julio del 2004, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) señaló que el Muro es ilegal y que debe ser derrumbado. Le recordó al mundo su obligación de hacer valer el derecho internacional en aquellos lugares en que no está siendo respetado y no prestar ninguna ayuda o asistencia al Muro o a la situación creada por éste. En respuesta, Israel aceleró la construcción del Muro del Apartheid y continúa con sus políticas de asesinatos y castigos colectivos contra nuestro pueblo. La ONU le ha fallado a los palestinos una vez más ignorando sus tareas y responsabilidades.

La comunidad internacional, incluyendo los países sudamericanos, ha tratado de esconderse tras la ONU y permanecido en silencio, con indiferencia al igual que la mostrada por la Ocupación frente a todas sus obligaciones bajo el derecho internacional para detener y prevenir los crímenes de guerra.

Cuando la CIJ condenó el régimen de Apartheid de Sudáfrica, la comunidad internacional reaccionó aislando dicho régimen. Nosotros estamos pidiendo por las mismas medidas ahora.

Nosotros esperamos que los nuevos gobiernos progresistas de MERCOSUR apoyen nuestro llamado y se mantengan bajo los preceptos del derecho internacional. Nosotros esperamos que Lula da Silva haga un llamado por justicia económica, que Kirchner se comprometa con los valores universales de la democracia y los derechos humanos y que la petición de Vázquez por la autodeterminación pueda ser aplicada a nosotros también, como parte de una lucha global y solidaria por la justicia.

En lugar de ello, la firma del TLC con Israel contradice todos los principios de justicia. Nosotros sabemos que se contradice con la espontánea solidaridad ofrecida para nosotros por parte del pueblo sudamericano, quienes han vivido en carne propia el colonialismo, el robo de tierra y el racismo.

El ministro israelí de Industria, Comercio y Trabajo denominó el TLC “uno de los pasos más importantes que Israel ha tomado en comercio exterior en los últimos años”. No es simplemente un acuerdo económico. Los beneficios que Israel logre apoyarán directamente la Ocupación, los asentamientos, las políticas de apartheid de Israel y la construcción del Muro que cuesta US$2.8 millones por cada uno de sus 700 kilómetros. Los productos químicos israelíes – un sector clave de las importaciones de MERCOSUR – son usualmente producidos en asentamientos en Cisjordania. 4 fábricas químicas están trabajando en Cisjordania, algunas de ellas fueron clausuradas en Israel y luego transferidas a los asentamientos donde no se les impone ninguna legislación contra la destrucción de nuestro medioambiente y en el riesgo para la salud de la población palestina.

Futuros acuerdos son integrar el TLC con convenios de investigación y servicios. Cada aspecto de tu sociedad “acordará” la complicidad con los crímenes israelíes.

Nosotros sabemos bien que tú no eres el único que mantiene nuestra opresión. Pero sabemos que el pueblo y los gobiernos en Sudamérica pueden entender nuestro sufrimiento y lucha mejor que otros. I también sabemos que no tienes ningún interés en nuestra opresión. Las exportaciones militares y de alta tecnología israelí puede que provoquen algunos beneficios económicos para algunos, pero continuarán los mecanismos de comercio desigual.

Nosotros los hemos visto a todos unirse orgullosos contra las imposiciones de FTAA, por su propia dignidad y justicia. Nosotros te pedimos ahora, no unirse a nuestra opresión en el momento en que estamos aprisionados detrás de muros de gueto, sino para detener la complicidad de las sociedades a favor de estas prácticas.

Los endosos de nuestra llamado para el aislamiento de Israel ha tomado fuerza en su primer año, llenando de esperanzas a los palestinos que ha sido privados de sus medios de subsistencia y hogares. Las primeras uniones que votaron por el Boicot, iglesias de todas partes del mundo han emitido resoluciones de desinversión, se están difundiendo boicot por parte de los consumidores, los representantes de Israel enfrentan protestas, y los partidos políticos desde India a Noruega han hecho un llamado por boicot y sanciones. Ciudades completas han hecho campaña por la desinversión. Nosotros esperamos que el MERCOSUR y la gente que representa no silenciará su voz de justicia y derechos humanos.

Nosotros les pedimos a los políticos y representantes de los países de MERCOSUR que revisen su decisión de aceptar la complicidad con Israel y en lugar de ello se mantengan sujetos al derecho internacional “no prestando ayuda o asistencia al Muro y a la situación creada por éste”.

Le pedimos a las uniones de trabajadores y las organizaciones de la sociedad civil, las iglesias y los movimientos populares que se mantengan en el compromiso por los derechos humanos y justicia y que presionen a sus gobiernos a decir no al TLC con Israel.

Nosotros le pedimos a cada uno de ustedes que se comuniquen con sus representantes y organizaciones para asegurar que los derechos humanos y la conciencia emerjan con más fuerza que los beneficios del colonialismo y la Ocupación.

Hasta que los palestinos logren su liberación de la Ocupación y el apartheid y nuestros refugiados sean permitidos volver a sus hogares, el comercio con Israel nunca será “neutral” – es parte de los continuos crímenes contra nuestro pueblo.