La sede de Agrexco bloqueada en Londres
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La sede de Agrexco bloqueada en Londres

En la madrugada del 30 de agosto activistas en solidaridad con Palestina bloquearon la sede central de la compañía de Ocupación Carmel Agrexco. Esto formaba parte de una campaña en marcha contra las continuas violaciones de los derechos humanos y la ley internacional en Palestina.

Carmel es cómplice en crímenes de guerra bajo la consideración del acta 2001 (Acta ICC) de la Corte Penal Internacional. Se dedica a la importación de productos frescos originarios de los asentamientos ilegales sionistas en Cisjordania y la Franja de Gaza.

Esta acción fue precedida por una carta legal de advertencia a Carmel que puntualizaba claramente por qué esta empresa está violando la ley.

La acción tuvo lugar en la sede de Agrexco en el Reino Unido, en Swallowfield Way, Hayes, Middlesex; el más grande importador de productos agrícolas en la Unión Europea. Esta empresa tiene un 50 % de capital estatal Israelí.

Los manifestantes usaron vallas alambradas y candados de bicicleta en un bien planeado bloqueo en las dos entradas al edificio.

Antes de tomar parte en el bloqueo, muchos de los manifestantes habían contado de primera mano el sufrimiento del pueblo palestino bajo la ocupación militar israelí.

Esta acción sigue a otra el 11 de noviembre de 2004, cuando siete manifestantes en solidaridad con Palestina de Londres y Brighton fueron arrestados tras tomar parte en un bloqueo en el exterior de la misma compañía.

El último septiembre un juez sentenció que Agrexco–Reino Unido debe demostrar que sus negocios son legales. La absolución de los 7 activistas antes de tener dispuesta su defensa significó que la Corte no hubo de pronunciarse sobre la legalidad de la participación de Agrexco-Carmel en el suministro de productos originarios de los asentamientos ilegales en los territorios ocupados.

El bloqueo de hoy tenía el objetivo de llamar la atención sobre la complicidad de esta compañía en el asesinato, el robo y el destrozo de tierras ocupadas, el castigo colectivo, apartheid y limpieza étnica, y otras violaciones de la Ley Internacional.

El bloqueo obligó completamente al cierre del centro de distribución de Agrexco con el sellado de las puertas de su depósito. Pese a que los manifestantes se encontraban encerrados en el interior de la propiedad de Agrexco la policía fue instruída para no hacer arrestos. Agrexco intenta evitar cualquier caso embarazoso ante la justicia donde su complicidad con los crímenes arriba mencionados sería públicamente expuesta.

La sede central de una compañía israelí bloqueada para conseguir el respeto a la legalidad en el comercio con los asentamientos.

Por Mary Nazzal-Batayneh

Decenas de activistas llegaron a la sede central de Carmel-Agrexco antes de la salida del sol en la mañana del Miércoles para un día de protesta inflexible.

El propósito inherente a la protesta era claro: denunciar a una compañía israelí que está implicada en continuas ilegalidades y actividades brutales por importar productos frescos desde los asentamientos ilegales israelíes en los territorios palestinos ocupados.

El método de protesta elegido por los activistas fue construir dos grandes armazones metálicos, uno en cada entrada. Los manifestantes sujetaron sus cuellos a estas jaulas desde dentro usando candados de bicicleta (del tipo que forma una D) por espacio de 11 horas con muchos otros justo al lado. Una de las estructuras servía para cerrar completamente la salida, y la otra causó graves trastornos en la entrada.

La estrategia era en última instancia hacer que tuvieran lugar arrestos con la intención de exponer públicamente la actividad ilegal de esta compañía en las Cortes de Justicia inglesas. En todo caso, en una clara demostración de cobardía una decisión fue aparentemente tomada por Carmel-Agrexco: ignorar el trastorno causado por los manifestantes. Así, al final del día sólo un activista fue arrestado e inmediatamente ex – arrestado.

Comportándose de esta manera Carmel-Agrexco se ha incriminado a ella misma e implícitamente reconocido su culpabilidad. La compañía permitió que un “bloqueo legal” tuviera lugar antes que enfrentarse al reto en la corte judicial.

Otro relato relacionado con los eventos del día.

En las primeras horas de la mañana, activistas en solidaridad con Palestina erigieron rápidamente dos estructuras metálicas en mitad de los dos accesos de la sede de la compañía pese al “heroico” intento de agresión de uno de los guardias de seguridad de Agrexco-Carmel al rechazar a los manifestantes.

La policía llegó inmediatamente después de que los manifestantes se aseguraran y se encontraban de un humor especialmente agresivo. En un completo estado de paranoia, la policía acordonó las dos áreas fuera de los portones. Haciendo esto contribuyeron sin darse cuenta al bloqueo al impedir la entrada de personas y vehículos. Cuando fue preguntada, la policía afirmó que el lugar era la “escena de un crimen”, siendo el crimen “entrar en una propiedad privada sin autorización y con agravantes”. Durante las 5-6 horas siguientes, la policía inspeccionó a cada persona, coche y vehículo que intentaba atravesar el área.

Bajo un tremendo frío, los cuatro manifestantes encerrados en la estructuras se adaptaron a los candados de bicicleta que rodeaban sus cuellos y sus asientos de hormigón. Permanecieron encerrados y desafiantes por espacio de 11 horas. La sede es una estructura monstruosa donde destaca con prominencia un logotipo azul y blanco de Carmel. Uno de los congregados dijo: “estamos instando a la policía a investigar los crímenes y a evitar que sigan sucediendo”. Al principio, la policía estaba reacia a brindar la menor atención, pero tomó la misiva cuando se le dijo que era una parte muy importante del proceso judicial. La carta había sido previamente enviada por correo certificado a Carmel-Agrexco.

Durante las dos horas siguientes, los bomberos arribaron con diversas piezas de equipamiento pesado con la intención aparente de soltar a las personas encadenadas. Tras algunas discusiones alrededor de las estructuras, los bomberos decidieron que no soltarían a los manifestantes y pronto abandonaron la antes llamada “escena del crimen”.

Después de que de alguna manera se desprendiera parte de una de las jaulas, una mujer policía se deslizó dentro para registrar a los manifestantes, y procedió a requisarles todas sus bolsas, mochilas y efectos personales. Entonces les informó de que estaban arrestados. Pero desafortunadamente esto no les salió bien, pues pocos minutos después otro policía se acercó y tranquilamente dijo a la pareja que estaban “ex–arrestados”.

La otra jaula no fue forzada, pero en una ostensible infracción de su deber, la policía ignoró los llamamientos a proporcionar a los encerrados comida, agua, y un cubo (como servicio). Así aquellos que desde fuera les apoyaban tuvieron que lanzar barritas de frutas, bebidas y otras cosas para el sustento de sus compañeros activistas encerrados a lo largo del día.

Una manifestante fue arrestada y llevada a la comisaría local sin ninguna razón aparente pues era simplemente una transeúnte más. La policía le informó de que estaba “ayudando y secundando un asalto a una propiedad privada con agravantes”. Al final, el absurdo de este cargo quedó claro y fue liberada unas pocas horas después.

A las 10.30 a.m., aproximadamente 5 horas después de que empezara la protesta, las personas encerradas en las jaulas recibieron una advertencia oficial por parte de la policía y de Eric Solomon de Carmel-Agrexco. Se dijo a los activistas que su actividad era ilegal, lo que motivó una señal con el pulgar hacia arriba de otro de los manifestantes. En todo caso, Solomon les dijo que la compañía “facilitaría su salida” cuando estuvieran dispuestos a marcharse. Pronto quedó claro que se había tomado una decisión de evitar el arresto del grupo.

Carmel-Agrexco declinó acusar a los participantes en el bloqueo con los cargos de “asalto a propiedad privada con agravantes”. En vez de ello, cerraron las puertas a cal y canto encerrándose ellos mismos en su misma propiedad. El cordón policial se desmontó y sólo un puñado de policías se quedó para “asegurar” el área.

Esta decisión levantó súplicas de muchos de los activistas. La policía escuchó en términos inequívocos: “¡Por favor arréstennos!”. Un activista preguntó a uno de los presentes: “¿Qué más queréis? Estamos encerrados en vuestra propiedad”. El manifestante Tom Hayes afirmó: “Agrexco no quiere denunciarnos porque cuando una protesta casi idéntica se llevó a cabo hace dos años Agrexco-Carmel fue obligada a desvelar en el juicio sus negocios con los asentamientos ilegales en Cisjordania. La experiencia fue muy embarazosa y dañina para ellos”.

Pese a estar de alguna manera descontentos por la falta de arrestos, el bloqueo continuó durante varias horas. Se puso música árabe y se lanzaron alimentos dentro de las jaulas. Mensajes de apoyo a la acción volaron desde la Palestina Ocupada, incluyendo un mensaje especial de solidaridad de la campaña popular palestina Stop the Wall, manteniendo los espíritus altos.

Más tarde en el mismo día un enorme trailer de Carmel con la leyenda “producto de Israel” atravesó una de esas mismas puertas. Son este tipo de mentiras las que continuarán motivando similares protestas futuras.

Tras permanecer más de 11 horas en el lugar, la gente decidió colectivamente marcharse. Un trastorno importante había sido causado y parecía como si no se hubieran hecho arrestos. Un notablemente nervioso y agitado Eric Solomon reapareció en el lugar para asegurarse de que los manifestantes acompañados por la policía recogieran sus jaulas y partieran.

Todo en uno, la acción reveló que Carmel-Agrexco no quiere de momento perseguir a activistas por miedo a que su actividad ilegal quede al descubierto y confirmada. Están previstas más protestas contra la compañía, con el propósito de detener las violaciones de los derechos humanos y la ley internacional en la Palestina Ocupada.