***image2*** Hamaam Ismael, de doce años, se sienta apoyado contra un enorme árbol que murió después de ser arrancado por un bulldozer israelà que preparaba la tierra para el trazado del Muro del Apartheid. El chico se pregunta acerca del futuro que llegará tanto para él como para su familia.
Comparte esta inquietud con los cerca de 250 estudiantes de su centro escolar. Cada dÃa vuelven a casa preocupados por el destino de su escuela, sus viviendas y su aldea, Beit Ur. El pueblo está quedando aislado de las aldeas vecinas a causa del Muro. Hamaam dice: âNuestro sufrimiento diario es enorme, pero empeora cada invierno. Nos vemos forzados a caminar durante media hora para llegar al colegio. La nueva carretera abierta por el ayuntamiento es de arena, pero al menos nos permite conseguir nuestro objetivo: la educaciónâ.
***image3*** El colegio de Beit Ur está totalmente rodeado por el Muro del Apartheid por un lado y, por el otro, por la valla de la carretera 443 exclusiva para colonos. Además, el asentamiento de Beit Horon invade la zona oeste de la escuela. La âextrañaâ infraestructura de la colonia sionista provoca miedo, traumas y sufrimiento a toda la población y a los estudiantes.
Los estudiantes se ven con frecuencia acosados por los colonos o por las Fuerzas de Ocupación estacionadas a lo largo del Muro, la carretera de Apartheid o la colonia sionista. El camino hacia la escuela se ha vuelto peligroso y el sistema educativo en la aldea se ve amenazado.
Los estudiantes de Tira, una de las aldeas cercanas, acuden al mismo centro escolar. Estos alumnos sufren también cada mañana a causa del ilegal Muro de Apartheid.
***image4*** Las Fuerzas de Ocupación han prohibido a los estudiantes de Tira el cruce de la carretera exclusiva para colonos. Si alguien lo intenta, él o ella, quedará bajo arresto. Por eso los estudiantes usan un pasadizo de drenaje bajo el Muro para llegar a la escuela. Este pasadizo fue construido para evitar que el agua de lluvia inunde la tierra y, en invierno, cruzar bajo el Muro será una operación peligrosa.
Issa Ali Issa, director del centro, manifiesta: âPrimero el Muro fue construido alrededor de nuestra escuela, después las Fuerzas de Ocupación impusieron normas restrictivas a los estudiantes. Los estudiantes ya no tienen permiso para venir a la escuela o volver a casa sino que están obligados a ir en grupo con un profesor que les acompañeâ.
La situación empeoró cuando las Fuerzas de Ocupación supieron que un grupo de estudiantes iba a casa desde la escuela sin la compañÃa de profesores. âEn ese momento los militares vinieron y comenzaron a interrogar al profesorado y a amenazar a la administraciónâ, explica. Añade que âel camino que atraviesa el pasadizo de drenaje que usan los estudiantes no es apropiado ni para el paso de animales. En invierno el agua alcanza los 30 cm de altura. Es muy peligrosoâ.
âLas Fuerzas de Ocupación vinieron una vez y derribaron el poste de la bandera palestina. Ahora está prohibido izar la bandera. Además, cerraron todas las puertas de la escuela excepto una pequeña para el acceso de los estudiantesâ.
A cada momento imponen nuevas ânormasâ contra la escuela. Algunas veces las Fuerzas de Ocupación cortan el suministro de agua. Recientemente estrecharon el camino de arena que antes usaban los autobuses para traer al alumnado del centro. Ahora ningún autobús puede llegar al colegio.
La administración del centro ha decidido intentar minimizar las amenazas que tanto el alumnado como la completa comunidad educativa deben afrontar en la zona. Las clases para los niveles elementales (hasta 6º grado) han tenido que trasladarse a un nuevo edificio lejos del Muro. Los cursos de Secundaria han quedado en el edificio antiguo. Esto sólo resuelve parte del problema, al menos para los estudiantes más pequeños, y esperamos que ayude a asegurar su educación.
Sin embargo, la gente de la aldea no está dispuesta a ceder ante las amenazas de las Fuerzas de Ocupación para cerrar el centro y apoderarse de la tierra. El área donde se levanta el colegio ha sido elegida para la expansión de la colonia sionista. Por eso la Ocupación ha intentado persuadir a la administración del centro y a la gente de la aldea para que abandone el colegio y la tierra de los alrededores. Una vez incluso ofertaron una gran cantidad de dinero para su compra y en otra ocasión ofrecieron construir un nuevo edificio escolar para la aldea en una zona alejada de la vieja escuela.
La escuela fue construida a comienzos de la década de los 50. Tiene tan larga historia como la propia ocupación de Cisjordania. En 1955 la escuela figuró como la primera en un diploma de honor otorgado por el Ministerio de Educación del Reino Hashemita por el cuidado de los jardines y el embellecimiento de los alrededores del centro. Ahora el verde se ha convertido en el gris del Muro. Los visitantes de la escuela sólo podrán ver la torre de cemento que hay sobre ella y la tierra estéril de donde han sido arrancados todos los árboles.
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