A lo largo de toda Cisjordania, es especialmente en la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, manifestantes están expresando su rechazo a los ataques israelÃes de los lugares santos. Cerca de 100 personas resultaron heridas el dÃa viernes mientras se encontraban protegiendo los lugares santos y reclamando sus derechos sobre Jerusalén.
El martes pasado, las fuerzas de ocupación comenzaron la remoción de las ruinas de los palacios mamelucos y la demolición del acceso a la entrada Maghrebi de la mezquita de Al Aqsa, permitiendo la creación de túneles bajo el tercer lugar más sagrado para los musulmanes. Desde entonces, ha aumentado la tensión y la condena ha sido acompañada de protestas que han aumentado luego de la oración del viernes.
***image2*** La Ocupación ha bloqueado todos los accesos a Jerusalén, instalando puestos de control en todas las carreteras que conducen a la capital palestina, y ha cerrado completamente todas las entradas a la Ciudad Vieja. Las siguientes localidades también han sido cerradas: Bab al Amoud, Silban, Sheik Jarrah, Salahuddin y Tur.
A pesar de estas barreras, aproximadamente 1000 palestinos se han reunido desde la madrugada en la zona de la mezquita de Al Aqsa. La resistencia del pueblo â jóvenes y ancianos, hombres y mujeres â continuó hasta el comienzo de la oración del mediodÃa, cuando unas 3 mil personas protestaron contra los ataques en el corazón de la Ciudad Vieja. Luego, la Ocupación clausuró toda el área que rodea la mezquita, cortando además el agua, la electricidad y las lÃneas telefónicas. Al mismo tiempo se producÃan enfrentamientos a las afueras de la Ciudad Vieja.
Cuando los manifestantes pudieron abandonar la zona de la mezquita, los enfrentamientos continuaron en las calles de la Ciudad Vieja. 17 personas fueron arrestadas y 80 personas resultaron heridas, sólo en la Ciudad Vieja, incluyendo a un menor el que recibió un disparo en la cabeza, mientras que las ambulancias fueron impedidas de acceder a la zona para asistir a los heridos.
Las noticias e imágenes de las protestas y la fuerte represión de la que fue objeto el pueblo en Jerusalén se propagó por toda Cisjordania, junto a llamados para nuevas movilizaciones.
En Qalandia, el puesto de control principal que bloquea el acceso a Jerusalén desde Cisjordania, cientos de personas de todas las edades se reunieron luego de la oración del viernes. Mientras la multitud pretendió forzar su acceso a Jerusalén, las fuerzas de ocupación cerraron la carretera que conduce a Jerusalén desde Ramallah, y dispersaron a la multitud lanzando gas lacrimógeno, bombas de sonido, y disparando tanto balas de goma como de verdad. Los enfrentamientos duraron varias horas, y al finalizar el dÃa otras 15 personas resultaron heridas en Qalandia.
Más al norte, en Azoun (ubicada al sur de la ciudad de Qalqilia), el pueblo marchó desde la entrada principal del pueblo, que conecta a las localidades de Yayyous, Falamite y Tulkarem con la ciudad de Qalqilia. Luego de producirse enfrentamientos con las fuerzas de ocupación, toda la carretera fue bloqueada. La propia ciudad de Qalqilia fue bloqueada completamente del resto del mundo desde ayer.
En Tulkarem, otras 1000 personas se reunieron luego de la oración, con banderas palestinas y fotografÃas de la mezquita de Al Aqsa. Los manifestantes hicieron un llamado a todos los partidos polÃticos a permanecer unidos contra los ataques a Jerusalén y los lugares santos.
Al sur de Jerusalén, en la Tumba de Raquel, donde se ubica un puesto de control que aÃsla Belén de Jerusalén, los manifestantes resistieron la violencia de las fuerzas de la ocupación lanzándoles piedras.
En el campo de refugiados de Arrub, en el Distrito de Hebron, los enfrentamientos comenzaron cuando las personas comenzaban su marcha desde la mezquita hacia la torre de vigilancia que la ocupación ha construido para controlar el campo, cerca de la carretera de apartheid 60. En los enfrentamientos, un niño de 15 años de edad sufrió varias heridas y se encuentra en estado crÃtico.
En la ciudad de Hebron, 12 personas resultaron heridas en una protesta a la entrada de la Calle Shuhada, en la ciudad vieja, donde está prohibido el ingreso para los palestinos. Luego de la oración, varios jóvenes comenzaron a lanzar piedras contra la torre de vigilancia queriendo poder acceder a su ciudad histórica.
Las muestras de descontento y unidas mostradas por el puedo en su resistencia en toda Cisjordania es otra señal de que los palestinos no aceptarán su guetización y la humillación impuesta sobre ellos por parte de la Ocupación, y no permitirán que su religión y cultura sean destruidas.
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