Colonizadores sionistas en el distrito de Nablus y en el Valle del Jordan han robado tierra y árboles de propiedad palestina para reforzar su control sobre nuestra tierra. La expansión continua de los asentamientos coloniales busca fragmentar aún más los Bantustanes que crea el Muro del Apartheid.
***image2***El 23 de junio, los colonos del asentamiento de ‘Ami ‘At, al sur de Nablus, arrancaron de raiz 300 olivos en tierra palestina. Luego los transfirieron a su asentamiento colonial, construido sobre tierra robada en 1999, y los replantaron. La práctica de robar viejos olivos para replantarlos en los asentamientos sionistas es un hábito común por toda Palestina, orientado a reescribir la historia, a través de la remodelación del paisaje, de manera que permita a estas colonias reclamar fraudulentamente sus raÃces históricas sobre la tierra palestina.
Dos dÃas antes, en la parte norte del Valle del Jordan, los colonos del asentamiento de Rotim confiscaron tierra de la población de Wadi al Maleh. Los colonos de Rotim, en sà misma construida sobre tierra robada del pueblo de Wadi al Maleh, han construido una valla en torno a la tierra confiscada, para impedir que sus propietarios puedan acceder a ella. No obstante, este último robo de tierra es tan solo un paso más en una polÃtica de continuo despojo aplicada por los colonos de Rotim a lo largo de los últimos cinco años.
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