El pueblo beduino de Al-Hadidiya vuelve a ser destruido por cuarta vez, mientras que el Valle del Jordán permanece otra vez cerrado
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El pueblo beduino de Al-Hadidiya vuelve a ser destruido por cuarta vez, mientras que el Valle del Jordán permanece otra vez cerrado

El día 6 de febrero por la mañana dos excavadoras y un grupo de todo terrenos militares entraron en la comunidad de al Hadidiya y destruyeron los hogares de 18 personas. Al llegar, ordenaron a la población que abandonaran sus casas. Las demoliciones comenzaron inmediatamente, por lo que muchos no tuvieron tiempo de rescatar sus pertenencias.

La primera casa y el primer establo de ovejas destruidos pertenecían a Omar Arif Sarta. Después, el equipo de destrucción se dirigió a las tres casas en las que vivían las familias de Muhammad Fahad Bani Odeh, Ali Muhammad Masleh Bani Odeh y Muhammad Ali Bani Odeh y las demolieron, junto con las cabañas de ovejas. Por último se destruyeron los establos que pertenecían a Abdallah Hafez Yousef Bani Odeh y Abdallah Hussain Abdallah Abu Sarta.

La población de al Hadidiya lleva mucho tiempo resistiendo una serie de intentos por parte de las autoridades de la Ocupación para expulsarlos de su tierra y facilitar así la futura expansión de los asentamientos de Roi, Bega’ot y Hamda. El 4 de agosto pasado se emitió una orden militar en la que se informaba a la población de que debían abandonar sus hogares o enfrentarse a una expulsión forzosa. Este último ataque marca la cuarta vez que las casas del pueblo son arrasadas, después de que la última vez que las excavadoras devastaran la comunidad fuera el 23 de agosto pasado.

La comunidad de al Hadidiya comprende alrededor de 150 personas cuyo sustento depende de la cría de ovejas. Las casas, que son simples refugios de aluminio y madera, están construidas en una tierra que pertenece al cercano pueblo palestino de Tubas. Las autoridades de la Ocupación han acosado a los habitantes durante los últimos años bloqueando el acceso a los pastos, confiscando tanques de agua, imponiendo multas sobre su ovejas y deteniendo a gente durante horas. Además también se han construido asentamientos ilegales en tierras pertenecientes al pueblo.

Las demoliciones que se están llevando a cabo forman parte de una importante campaña contra las comunidades beduinas de la Franja del Oeste. Con la planeada expansión de los asentamientos, en especial los del norte y los del este de Jerusalén, la Ocupación está intentando expulsar a los beduinos de las áreas donde quieren construir. En las llanuras de Jerusalén, por ejemplo, cerca de 7500 beduinos están bajo amenaza de desalojo y la población ha sido forzada a desplazarse.

Las demoliciones del día 6 se producen después del cierre completo del Jordán, impuesto por las autoridades de la Ocupación el día anterior. Sólo se permite cruzar los puestos de control a los palestinos que tengan un carné de identidad que muestre que residen en el valle del Jordán que incomunican la región. Esto afecta a los granjeros, trabajadores y al comercio, y tiene un efecto global de debilitamiento en la vida económica de la zona.

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