“Nos oponemos a la mejora de las relaciones entre la UE e Israel y pedimos la suspensión del Acuerdo de Asociación UE-Israel”
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“Nos oponemos a la mejora de las relaciones entre la UE e Israel y pedimos la suspensión del Acuerdo de Asociación UE-Israel”

El Lunes 16 de Junio del 2008, la Unión Europea e Israel acordaron mejorar sus relaciones dentro de la estructura del Acuerdo de Asociación EU-Israel. Esto comienza un proceso que terminará en Abril del 2009 con la definición de un Plan de Acción común que significaría la adopción de iniciativas y la creación de lazos más fuertes en un amplio espectro, incluyendo los campos económicos, comerciales, académicos, de seguridad y diplomáticos.

Estamos aterrados ante la ostensible negación de la UE para echarle en cara a Israel sus persistentes violaciones a los derechos humanos y a la ley internacional.

En su decisión la UE declara:

“Nuestra meta común para mejorar las relaciones emana de nuestra atención a los lazos tradicionales, a los valores culturales y humanos y a los intereses económicos y de seguridad que compartimos. […] Esta asociación implicará una mayor participación de la Unión Europea en el proceso de paz y en un control de la situación sobre el terreno.”

Esto contradice la realidad, el auto-convencimiento de la UE y el informe de las graves violaciones de las propias regulaciones de los derechos humanos de la UE en toda la historia de las relaciones UE-Israel.

De que valores compartidos está hablando la UE? La UE es bien consciente de las continuas violaciones por parte de Israel de los derechos humanos internacionales y de la ley humanitaria en Gaza y Cisjordania, incluyendo la colonización masiva en Jerusalén Este y por todas partes. Después de todo, los estados miembros de la UE han votado regularmente las resoluciones de la ONU condenando las violaciones de los derechos humanos de Israel, los castigos colectivos y la construcción de asentamientos y del Muro. Israel aún mantiene su asedio criminal de un año de duración Gaza – descrito por el actual Informador Especial para los Derechos Humanos de la ONU, Prof. Richard Falk como un “preludio al genocidio” – que ya ha costado las vidas de 197 enfermos, principalmente niños y ancianos, a los que s eles ha negado la libertad de movimientos para acceder a su tratamiento fuera de Gaza. El asedio de Israel ha empobrecido intencional y sistemáticamente cientos de miles de civiles en Gaza, en la actualidad más del 50%, cerrando la mayoría del sector industrial y arruinando la agricultura. Las infraestructuras más vitales han sido destruidas y la economía se ha hundido por completo; la malnutrición entre los niños ha aumentado drásticamente, como han notado varios informes de la ONU. Israel continuamente ha desdeñado los derechos humanos básicos mediante el encierro y el desplazamiento forzado de comunidades palestinas enteras tras el Muro ilegal, mediante el encarcelamiento de miles de palestinos sin juicio, y mediante su política de asesinatos extra-judiciales. Además, Israel se ha negado obstinadamente, durante 60 años y a pesar de sus obligaciones bajo la ley internacional, a reconocer y facilitar el derecho de millones de refugiados palestinos de retornar a sus hogares, como lo estipula la resolución 194 de la ONU. Y por último, pero ciertamente no menos importante, durante 60 años, Israel ha establecido un sistema de discriminación racial sancionada por el estado contra los palestinos con ciudadanía, simplemente porque son “no-Judíos.” Esperamos que Europa no comparta estos “valores.”

Consideraciones legales y morales aparte, los argumentos de que un futuro compromiso con Israel le permita a Europa jugar un papel más efectivo en presionar a Israel y promover la “paz”, son peligrosamente similares a los argumentos de ‘compromiso constructivo’ hechos para justificar las relaciones con el régimen del Apartheid de Sud África, y hace mucho tiempo que han mostrado ser falaces. La única vez que Europa ha quedado registrada como teniendo una efectiva influencia en la política israelí se remonta a 1990 cuando la comisión tuvo que, a pedido del Parlamento, introducir el congelamiento de la cooperación científica con Israel para protestar contra el cierre de las escuelas y universidades palestinas (en particular Birzeit). Esta presión dió resultado y las universidades se reabrieron. Desde entonces, el tibio abrazo de Europa a Israel solo ha alentado a este último a cerrarse en su posición de ocupación y colonización y a ignorar sus obligaciones bajo a ley internacional.

El 10 de Abril del 2002, el Parlamento de la UE votó la suspensión del Acuerdo de Asociación UE-Israel con la base de las violaciones de Israel a los derechos humanos; sin embargo, la Comisión se negó a obedecer ese mandato democrático. En lugar de eso, ha votado ahora mejorar las relaciones sin respetar su propias condiciones establecidas sobre los derechos humanos, recompensando efectivamente a Israel y garantizando su completa impunidad por sus crímenes de guerra en las ocupadas Franja de Gaza y Cisjordania. Mejorando este ya vergonzoso Acuerdo de Asociación con Israel, la UE se ha vuelto efectivamente en un cómplice voluntario y un rotundo colaborador con los crímenes de Israel.

En este contexto el establecimiento de un completamente nuevo Subcomité de Derechos Humanos en lugar del Grupo de Trabajo informal como parte del acuerdo queda reducido un simple subterfugio dada la continua falta de respeto a los propios principios de le UE en lo que atañe a Israel.

El Artículo 2 del acuerdo de Asociación UE-Israel establece que:

“Las relaciones entre las partes, así como los requisitos del Acuerdo en sí, estarán basados en el respeto a los derechos humanos y a los principios democráticos, que guiarán su política interna y constituirán un elemento esencial de este Acuerdo.”

El Tratado de los derechos humanos, adoptado el 8 de Mayo del 2001 por la Comisión Europea, establece que:
“La UE deberá perseguir este acercamiento [por ejemplo el diálogo sobre los derechos humanos] dondequiera sea posible, aunque reconociendo que en ciertos casos, el tercer país puede que no tenga un compromiso genuino para lograr los cambios a través del diálogo y la deliberación, y las medidas negativas pueden ser, por consiguiente, más apropiadas.”

La opinión consultiva del Tribunal Internacional de Justicia del 9 de Julio del 2004 confirmando la ilegalidad del Muro construido en territorio ocupado y el régimen asociado implican a todos los estados a no ayudar ni asistir al mantenimiento de la situación ilegal creada por el Muro, y para asegurar la sumisión de Israel a la ley internacional.
Nada de lo de arriba ha sido tomado en consideración por la Comisión de la UE. Al contrario, el resultado ha sido una mejora de las relaciones en el mismo año del 60 aniversario de la Nakba de 1948, ahora ampliamente reconocida como la limpieza étnica intencionada y sistemática de 750,000 nativos palestinos de su patria y el comienzo del actual despojamiento, colonización y opresión israelí contra el pueblo palestino.

Un creciente movimiento de la sociedad civil internacional que ha ratificado el llamamiento palestino para el Boicot, Privaciones y Sanciones (BDS por sus siglas en Inglés) contra Israel está dando el primer paso para hacer a Israel responsable y así presionar a los gobiernos para establecer sanciones y embargos.

Con este espíritu, nos comprometemos a llamar la atención entre el público y unirnos para presionar a los que toman las decisiones en la UE para detener el proceso de mejoramiento del acuerdo y suspender el acuerdo de Asociación UE-Israel hasta que Israel alcance los niveles internacionales de la ley, los derechos humanos y la justicia mediante:

1. La terminación de la ocupación y la colonización de todas las tierras árabes y el desmantelamiento del Muro;
2. El reconocimiento de los derechos fundamentales de los ciudadanos árabe-palestinos en Israel en la plena igualdad; y
3. El respeto, la protección y la promoción de los derechos de los palestinos refugiados para volver a sus hogares y propiedades como está estipulado en la resolución 194 de la ONU.

Abril del 2009 no debería ser un nuevo plan de acción ordinario contra el Acuerdo de Asociación UE-Israel, si no también la suspensión del Acuerdo.