Una manifestación multitudinaria fue efectuada en Jayyous el 19 de Diciembre, con unas 1000 personas, en su mayorÃa jóvenes, protestando contra el nuevo trazado del Muro que confiscará permanentemente casi 6,000 dunums de la tierra de la aldea. La manifestación, que duró casi cinco horas, dio como resultado que fueron heridos varios vecinos, activistas de la solidaridad internacional y cuatro soldados.
A la 1:00 de la tarde, los manifestantes comenzaron la marcha desde el centro de la aldea, hasta la puerta Sur del Muro, que es el área que está planeada para la nueva ruta. Mientras marcharon, las fuerzas de la Ocupación no les impidieron alcanzar la puerta, pero ellos entraron el la aldea desde dos direcciones distintas, y se estacionaron de manera que rodeaban a los manifestantes. Sin inmutarse por su posición vulnerable en el medio de los militares, los manifestantes continuaron la marcha, y cuando llegaron a la puerta, varios activistas comunitarios hablaron a la multitud, reafirmando la resistencia de Jayyousâ al Muro, y denunciando la Ocupación en general. ***image2***
Por unos 45 minutos aproximadamente, las charlas continuaron sin confrontaciones, y se anunció que la aldea organizarÃa otra manifestación la semana siguiente. Cuando se hizo el anuncio sin embargo, las fuerzas de Ocupación comenzaron a acercarse a los manifestantes, y empezaron a sacar fotos de los jóvenes, para facilitar su identificación en el futuro como gente activa. Como respuesta a esto, varios jóvenes empezaron a arrojar piedras al ejército.
Las fuerzas de Ocupación comenzaron a disparar gas lacrimógeno, bombas sónicas, y balas de goma sobre la multitud. De acuerdo con un doctor de la media Luna Roja, un activista internacional fue herido en la cara por una bala de goma y tuvo que ser retirado del lugar. Una persona fue arrestada por las fuerzas de Ocupación, pero después que estuvo detenido por tres horas, los activistas internacionales y la juventud local fueron capaces de asegurar su libertad. En un momento, fueron usadas balas reales, cuando los soldados intentaron usar métodos letales contra los aldeanos manifestantes. Frente a esta violencia, los manifestantes se vieron obligados a entrar en la aldea, pero las confrontaciones no terminaron aquÃ.
Las fuerzas de Ocupación solo fueron capaces de entrar en la aldea a pie, ya que las barricadas puestas por los vecinos impidieron la entrada de los jeeps. Aprovechándose de esta situación, los jóvenes de la aldea que estaban colocados en los tejados de los edificios continuaron la lluvia de piedras contra los soldados. Cuatro miembros de las fuerzas de Ocupación fueron heridos por la barrera de piedras, y los militares no tuvieron otra opción que retirarse de la aldea.
Una vez fuera del alcance de las piedras los militares dispararon más de 20 bombas de gas lacrimógeno en la aldea, causando varios problemas respiratorios serios. Dos vecinos tuvieron que ser evacuados en ambulancia como resultado de la inhalación intensiva de gas lacrimógeno.
Sin embargo, durante toda la tarde y el anochecer, la gente de Jayyous se negó a echarse atrás frente a la violencia y la agresión de la Ocupación. Conducidos por los jóvenes, los vecinos continuaron cantando eslóganes contra el apartheid de la ocupación y contra el Muro. : âNo importa lo que le hagan a nuestra tierra, nuestra tierra está dentro de nosotros y nuestra lucha continuará hasta que el Muros sea derribado.â Además, la gente aseguraba que la lucha y la resistencia en Jayyous no pararán hasta que el Muro sea abatido, y hasta que ellos sean capaces de volver a utilizar su tierra. Esta es una nueva generación de movilizaciones y resistencia, con la juventud liderando el cambio, y el espÃritu de la acción colectiva esparciéndose por Cisjordania.
Los enfrentamientos entre las fuerzas de Ocupación y los vecinos continuaron al dÃa siguiente, cuando el ejército entró en Jayyous en múltiples ocasiones para intentar incitar e intimidar a la juventud. Dos jóvenes fueron arrestados en la mañana del 20 de Diciembre, pero otra vez los activistas locales fueron capaces de asegurar su liberación. Los vecinos mantuvieron su resistencia a las repetidas incursiones, hasta que dos miembros más de las fuerzas de Ocupación fueron heridos por las piedras, y el ejército tuvo que retirarse de la aldea.