La manifestación contra el Muro del Apartheid que tiene lugar todos los viernes en Jayyous sufrió una vez más una fuerte represión por parte de las fuerzas de la Ocupación. Durante horas los soldados ocuparon el techo de dos casas del pueblo desde donde lanzaron gas lacrimógeno, y dispararon con balas de goma y fuego real a la gente que se encontraba en la calle. Por lo menos cuatro personas, incluÃda una mujer embarazada, han sufrido heridas resultantes de inhalar el gas lacrimógeno.
Por la mañana, unas horas antes de comenzar la protesta, varias camionetas llenas de soldados de las Fuerzas de Ocupación ya habÃan entrado en Jayyous y habÃan intentado intimidar a los habitantes del pueblo para impedir que participaran en la manifestación. El comandante del ejercito llamó al alcalde del pueblo para informarle de que si los habitantes marchaban hacia la puerta del muro de sur, les dispararÃan con fuego real.***image3***
Pese a la intimidación, la manifestación comenzó como de costumbre después del rezo de mediodÃa, cuando unos 250 habitantes y activistas internacionales de solidaridad se reunieron en el centro de Jayyous. Marcharon hacia la puerta de sur, pero les fué impedido llegar a la puerta por dos camionetas y al menos doce soldados. Sin inmutarse, los manifestantes cantaron lemas contra el Muro del Apartheid y ondearon banderas palestinas, gritando a los soldados que se marchasen de su pueblo.
Los manifestantes avanzaron lentamente, forzando su camino hacia la puerta cuando estallaron los enfrentamientos entre los jóvenes del pueblo y las fuerzas del Ocupación. Los jóvenes lanzaron piedras contra los soldados, que en respuesta les lanzaron una gran cantidad de gas lacrimógeno, bombas aturdidoras y balas de goma. Una mujer embarazada tuvo que ir al hospital de resultas del primera ataque con gas lacrimógeno. Por un rato, la muchedumbre se dispersó, pero los jóvenes no se desanimaron y siguieron lanzando piedras.
Mientras seguÃan los enfrentamientos, grupos de soldados entraron en el pueblo caminando desde tres lugares distintos, e intentaron rodear los jóvenes. Por lo menos siete soldados ocuparon el techo de una casa, e impidieron que saliera la familia que vive allÃ. Mientras tanto, por lo menos otros cinco soldados ocuparon otra casa. Ambos grupos lanzaron gas lacrimógeno, balas de goma y munición real contra los jóvenes que se encontraban abajo. Afortunadamente, no hay información de heridos.
A pesar de la ocupación del pueblo, las Fuerzas de Ocupación no consiguieron parar la manifestación. Casi al anochecer, los soldados dejaron sus posiciones y se retiraron detrás del portón del Muro del Apartheid.***image2***