Asaltos en los puntos de control de Jenin, Qalqilya
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Asaltos en los puntos de control de Jenin, Qalqilya

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La semana pasada, en incidentes separados, los soldados en los ghettos aislados de Jenin y Qalqilya asaltaron a los palestinos que cruzaban en los puestos de control. Estos ataques reflejan una práctica muy extendida de hostigamiento, que en si misma es parte de una estrategia más amplia enfocada hacia el futuro para transferir en silencio y limpiar algunas áreas en particular de su población palestina.

En el distrito de Qalqilya, un soldado golpeó a Sundus Mahmoud Ahamd en un puesto de control en ‘Azzun ‘Atma cuando ella volvía a su casa el Viernes pasado. Cuando llegó al puesto de control, un soldado la llamó para la inspección. Sin embargo, cuando ella se aproximó otro soldado le dijo que no había sido llamada. Sundus Ahamd comenzó a discutir, y en respuesta un soldado la golpeó varias veces con la culata del rifle, dejándola inconsciente.
Otros palestinos esperando en el puesto de control llamaron a una ambulancia de inmediato. La ambulancia llegó casi 45 minutos más tarde, a causa de haber sido demorada en el puesto de control principal de ‘Azzun ‘Atma, y llevó a la mujer inconsciente al hospital para ser atendida. Más tarde ese mismo día, los residente que viven en ‘Azzun ‘Atma en diez casas aisladas marcharon en protesta hacia el puesto de control..

Sundus Ahamd es una de las residentes de ‘Azzun ‘Atma aislada dos veces; una vez en el ghetto de ‘Azzun ‘Atma y otra vez entre el Muro y el asentamiento de Sha’arei Tikva. Hay diez hogares atrapados de esta manera, y los residentes deben cruzar un puesto de control para entra a la aldea de ‘Azzun ‘Atma. Para acceder al resto de Cisjordania se requiere atravesar un segundo puesto de control en el Norte. De esta manera, los residentes no solo están separados de la gran comunidad palestina, sino también de sus vecinos y de sus familias.
Un segundo ataque tuvo lugar cerca de Umm ar-Rehan, que está aislado entre el Muro y la Línea Verde al Este de Jenin. Said Saleh Khatib, un maestro, estaba acompañando a sus alumnos en un viaje de estudios cuando fue golpeado y arrestado en el puesto de control, que controla el acceso al ghetto.
Cuando la clase llegó al puesto de control a las 9:00 de la mañana, Khatib se dio cuenta de que los soldados del puesto de control habían detenido a su sobrino, que estaba también allí en ese momento, y estaban amenazándolo e insultándolo. Khatib trató de intervenir, y un grupo de soldados lo atacaron y lo golpearon. Lo detuvieron en el puesto de control hasta la 1:00 de la tarde, y después lo arrestaron.

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Estos no son incidentes excepcionales de abuso. No solo estos incidentes son comunes, sino que representan parte de un intento sistemático para echar a los palestinos de áreas particulares en Cisjordania. Los ataques, combinados con confiscaciones masivas de tierra y recursos, con el aislamiento de los servicios sociales y médicos, y con las restricciones severas a la libertad de movimientos, nos llevan efectivamente a una estrategia de limpieza étnica de baja intensidad. La vida se vuelve insostenible en esos ghettos aislados, y los palestinos están siendo empujados lentamente fuera de sus hogares y de sus tierras.

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