Los vecinos de Ni’lin intentan llegar a sus tierras aisladas por el muro armados con animales, herramientas y fotos de Tristan Anderson
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Los vecinos de Ni’lin intentan llegar a sus tierras aisladas por el muro armados con animales, herramientas y fotos de Tristan Anderson

Dos detenidos en la manifestación semanal contra el Muro de Ni’lin: Salah Amira, vecino de Ni’lin, y un activista israelí.

Más de 150 personas han participado hoy en Ni’lin en la protesta contra el muro. Después de la oración del viernes, donde el imán Mohammad Salah Talla remarcó la importancia de participar en las manifestaciones públicas contra el muro del Apartheid, los manifestantes marcharon hacia la puerta llevando fotos del activista norteamericano Tristan Anderson, que fue gravemente herido por los israelíes hace un año en Ni’lin y que todavía sigue hospitalizado.

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Los vecinos decidieron llevar animales y herramientas agrícolas para remarcar que el muro y la ocupación no solamente les están robando sus tierras sino que están destruyendo su sustento.

Sin mostrar ningún tipo de preocupación por el simbolismo de la protesta o por las fotos de Tristan Anderson, que demuestran el alto precio que se tiene que pagar por no abandonar las tierras, las Fuerzas de la Ocupación mostraron su lado más fuerte. Tan pronto como los manifestantes alcanzaron la puerta del muro, un gran grupo de soldados les estaba esperando al otro lado. Los campesinos gritaron que querían entrar en sus tierras y los soldados respondieron que si no se marchaban les detendrían y los encarcelarían durante un año. Cuando los manifestantes se quedaron en su sitio, los soldados cruzaron la puerta y empezaron a perseguirlos. Detuvieron al vecino de Ni’lin, Salah Amira, y un activista israelí. Al mismo tiempo, un grupo de soldados situado en otro punto atacó a los manifestantes con balas de goma, bombas de sonido y grandes cantidades de gas lacrimógeno.

Los manifestantes no se retiraron fácilmente y surgieron enfrentamientos entre ellos y los soldados israelíes. El ejército se retiró del lugar tras dos horas. A parte de los problemas respiratorios causados por el gas lacrimógeno, el equipo médico no informó de ninguna persona herdia de gravedad.

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