Un segundo adolescente herido grave por las fuerzas israelÃes cerca de Nablus ha sucumbido a sus heridas y ha muerto. El Viernes, Useid Abed An-Nasser Qadus, de 19 años, fue herido en la cabeza por las fuerzas israelÃes que estaban invadiendo Iraq Burin, una aldea de Cisjordania al Sur de Nablus.
La muerte de Useid sigue a la de su primo, Mohammed Qadus, de 16 años, que fue herido en el pecho con una bala de fuego real mientras intentaba poner a salvo a Useid.
Mohammed fue declarado muerto a su llegada después de haber sido llevado en un vehÃculo particular al hospital de Nablus, después que las fuerzas israelÃes impidieran que una ambulancia lo recogiera. Usaid aguantó la cirugÃa y doce transfusiones de sangre y quedó en condición crÃtica un tiempo breve antes de sucumbir finalmente a sus heridas.
El cuerpo de Mohammad tenÃa una herida de entrada en su pecho, y el noticiero de Maâan mostró una foto con la herida de salida en su espalda, y los testigos que la vieron informaron que eso solo pudo haber sido causado por fuego real.
Las circunstancias de los asesinatos por parte del ejército israelà de los dos jóvenes en Iraq Burin ayer conlleva similitudes preocupantes con casos previos, en los cuales la IOF tomó como blanco a niños como parte de una ola general de asesinatos.
La ola de asesinatos durante 2008/9 comenzó cuando Ahmed Mousa, de 10 años, fue asesinado el 29 de Julio del 2008 en Niâlin. Testigos oculares dijeron que Ahmed estaba con ellos en la manifestación contra el Muro del Apartheid. Después que cesaran os enfrentamientos, Ahmed estaba con un paramédico y otros tres jóvenes bajo la sombra de un olivo cuando un jeep de la IOF llegó hasta ellos y se detuvo. El conductor del jeep, junto con otro soldado que saltó por la puerta trasera dispararon sus M-16 simultáneamente, el conductor disparando fuego real y el otro balas recubiertas de goma. Ahmed fue asesinado por el fuego real, que entró en su cabeza por la sien izquierda y salió por la parte de atrás derecha de su cabeza.
En lo más alto de la primera oleada de asesinatos durante 2004/5, el 4 de Mayo del 2005, Jamal Jaber, de 15 años, y Uday Mofeed, de 14, fueron asesinados durante una manifestación, cuando los soldados los persiguieron y les dispararon con fuego real. Fueron evacuados en ambulancia pero el viaje al hospital de Ramallah fue detenido en el puesto de control de Qalandiya. Para cuando a la ambulancia se le permitió pasar, ambos jóvenes se habÃan desangrado hasta morir.
Stop the Wall teme que, después que el arresto de unos 100 activistas populares no ha detenido la movilización, el asesinato de Mohammad y Useid puede ser el comienzo de una tercer ola de asesinatos.