Después de los asesinatos de los dos jóvenes, Muhammad y Salah Qawariq, en Awarta, distrito de Nablus, el Domingo pasado cientos de residentes locales salieron en una marcha silenciosa para recordarlos. Inundaron las calles de la aldea ya en las horas de la mañana. La multitud salió de las oficinas del ayuntamiento de la aldea y marchó hacia el lugar donde las fuerzas de ocupación israelÃes habÃan asesinado a los dos jóvenes a sangre frÃa cuando cultivaban las tierras de la familia.
Acompañados por los residentes de comunidades cercanas y por activistas solidarios internacionales, la familia y los miembros de la comunidad caminaron a través de las calles en duelo por las vidas de Muhammad y Salah, llevaban banderas palestinas, retratos de los mártires y pancartas con eslóganes como âDetengamos el asesinato de granjeros y niñosâ y âEs un derecho de los granjeros el cultivar sus tierrasâ. Además pidieron que el caso sea llevado al sistema internacional de justicia para hacer que los soldados involucrados en los asesinatos sean responsables de este crimen. La marcha alcanzó finalmente el lugar de la escena del crimen donde se encontraron con las fuerzas israelÃes. No hubo enfrentamientos en esta ocasión.
Los manifestantes se quedaron un rato en el lugar del asesinato. Alguien encontró una botella medio llena de agua que los jóvenes habÃan llevado para beber mientras trabajaban la tierra. Además, las manchas de sangre testimoniaban el lugar, a pesar del tiempo lluvioso. La tierra estaba aún parcialmente cavada, mostrando el trabajo que se habÃa estado haciendo en ese lugar. Los manifestantes recogieron balas usadas en la ejecución. De acuerdo con los testigos, se encontraron en el lugar alrededor de 25-30 balas de las normalmente usadas en los M-16, lo que demuestra la forma brutal de este asesinato. Finalmente, los manifestantes leyeron textos del Qurâan y rezaron por las almas de los mártires.
El ejército israelà además ha dejado claro que la aldea se enfrentará a más represión. El alcalde de la aldea de Awarta, Hassan Awwad, declaró que la oficina del comandante israelà del distrito militar habÃa pedido antes una lista de los nombres y el número de ID de todos los manifestantes con la justificación de que era una medida estándar para coordinar el permiso de entrada a la tierra. Este pedido instituirÃa permisos para que la gente pudiera alcanzar su propia tierra. Por supuesto el ayuntamiento de la aldea se negó a esa idea. Los residentes de la aldea y los miembros de la familia enfatizaron que no necesitan permiso de la ocupación para acceder a sus propias tierras.