Abu Ali, un granjero de la aldea de Sinjel, en el distrito de Ramallah ha estado soportando la violencia colona desde hace años. Ël y otros granjeros cuya tierra está pegada a los asentamientos ilegales israelíes que los rodean son atacados donde quiera que vayan a atender su tierra. “Hace unos días,” cuenta Abu Ali, “colonos israelíes fanáticos afiliados a la Hilltop Youth golpearon duramente a un granjero palestino mientras estaba plantando olivos en su tierra. Ha sobrevivido de milagro.”
La aldea de Sinjel, está rodeada por los asentamientos ilegales de Shilo, Shivout, Ma’alee Libouna, Eli y Rahail. Los colonos israelíes buscan cortar la conexión palestina con el resto de la tierra agrícola que aún no han robado para expandir los asentamientos.
La violencia de los colonos armados, bajo la protección de soldados israelíes preparados para el combate es un incidente diario con el que s e encuentran los palestinos en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este.
En la aldea de Al-Luban Asharqiyya en el distrito de Nablus, los colonos israelíes acosan a los estudiantes palestinos de la aldea en su camino de ida y vuelta a la escuela. Respaldados por soldados armados, los colonos usualmente les impiden el acceso a los estudiantes a la escuela. A veces, cientos de estudiantes pierden sus clases debido a las restricciones al movimiento impuestas por Israel. En respuesta a eso, los palestinos mantuvieron una protesta hoy en la aldea. Los soldados israelíes reprimieron a los manifestantes disparándoles gas lacrimógeno. Cuatro manifestantes fueron heridos debido al lanzamiento de las latas de gas lacrimógeno.
Colonos ilegales invaden la aldea de Al-Luban Asharqiyya casi diariamente, atacan a los palestinos y efectúan rituales religiosos mientras reclaman su derecho divino sobre la aldea.
En Jerusalén, dios también está siendo usado para justificar la apropiación israelí de la historia, la cultura y la tierra palestinas. Como parte de los incansables intentos israelíes de judaizar Jerusalén, docenas, y a veces cientos, de colonos israelíes invaden cada día el Conjunto de la Mezquita Al-Aqsa. La semana pasada, por ejemplo, 900 colonos fanáticos celebraron los rituales talmúdicos en la mezquita y acosaron a los fieles palestinos, escoltados por soldados israelíes. Invadiendo la Mezquita Al-Aqsa cada día, las autoridades de ocupación israelíes buscan temporalmente y físicamente dividir la mezquita entre los palestinos y los israelíes, al igual que la actual situación en la Mdezquita Ibrahimi en Hebron.
Mientras decenas de colonos israelíes invadían la Mezquita Al-Aqsa hoy, otros colonos se manifestaron frente al tribunal israelí en apoyo al asesino israelí de Iyad Al-Halaq en Jerusalén. Iyad, de 32 años, era un autista palestino que fue asesinado por un soldado israelí en la Ciudad Vieja de Jerusalén en May del 2020.
La protesta fue presentada por Itamar Ben Gvir, el miembro del Knesset israelí que decidió mover su ‘oficina’ montando una tienda en la tierra de la familia Salem en Sheikh Jarrah. Por más de 13 días desde que montó la tienda, colonos y soldados israelíes continuaron atacando brutalmente a los palestinos de la vecindad.
La familia Salem es una de las decenas de otras familias palestinas amenazadas con la limpieza étnica inminente israelí en Sheikh Jarrah. Aunque el tribunal israelí emitió una moratoria sobre la expulsión de la familia, que se suponía tendría lugar el 2 de Marzo 2, la familia sigue bajo la amenaza de la expulsión en cualquier momento.
No lejos de Jerusalén, en la aldea de Hizma, el 25 de Febrero, un colono israelí abrió fuego contra un vehículo palestino e hirió a dos hermanos que estaban dentro. Muhammed y Jawad Abu Khadija del Campo de Refugiados de Shu’fat, Jerusalén, explicaron que habían tenido un accidente de tráfico con un colono cerca del puesto de control de Hizma. Immediatamente después del accidente, el colono israelí, que llevaba un rifle le disparó a Muhmmed en el abdomen y a Jawad en el pie.
Debido a los ataques colonos aprobados por el estado junto con la violencia de los soldados israelíes, los palestinos están privados de cualquier clase de seguridad. Los actos de violencia diarios coordinados entre los colonos y el ejército intentan cementar y intensificar el robo de la tierra palestina.
