Movimientos de favelas, periféricos, negros e indígenas de Sudamérica visitan a Palestina
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Movimientos de favelas, periféricos, negros e indígenas de Sudamérica visitan a Palestina

Siete delegades de movimientos negros, indígenas y barrios marginales de Brasil, Colombia y Ecuador llegaron a Palestina para conocer la realidad del apartheid, colonialismo y ocupación militar israelí. Por una semana, la delegación se encontraron con comunidades palestinas en lucha, compartiendo experiencias de organización y movilización.

Entre los movimientos representados en la delegación están el Movimiento Negro Unido (MNU), la Red Nacional de Madres y Familiares de Víctimas del Terrorismo de Estado, la Red de Comunidades y Movimientos Contra la Violencia, la articulación internacional Julio Negro de Río de Janeiro, la Frente de Evangélicos por el Estado de Derecho y la Coalición de Medios Periféricos en Brasil, así como la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa en Ecuador (ECUARUNARI) y el Proceso de Comunidades Negras (PCN) en Colombia.

Gizele Martins de la Articulación Julho Negro explica:

“Pasamos una semana visitando muchos lugares y fuimos testigos de cómo el pueblo palestino ha resistido la militarización, el racismo y el apartheid perpetrados por el Estado de Israel durante décadas. Escuchar los testimonios y ver con nuestros propios ojos las masacres que está sufriendo el pueblo palestino es comprender que son un gran laboratorio para una política que impacta también en la vida de las poblaciones negras, pobres, indígenas y en los barrios marginales de toda América Latina” .

Cristiana Dos Santos Luiz del Movimiento Unificado Negro dice:

“Los derechos humanos de la población palestina continúan siendo violados por el Estado de Israel. El mundo está cerrando los ojos, necesitamos que la comunidad internacional y los movimientos en todo el mundo den prioridad al apoyo a la lucha palestina. Nuestro objetivo era intercambiar experiencias y transformar estos encuentros en solidaridad concreta con el pueblo palestino y construir lazos duraderos entre el pueblo palestino y nuestras luchas locales”.

Fernando Cabascango de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa en Ecuador (ECUARUNARI) comenta:

“Hacemos un llamado a nuestros gobiernos para que tomen medidas concretas para hacer que el régimen del apartheid de Israel rinda cuentas, comenzando con un embargo militar inmediato. Les instamos a que apoye activamente el llamamiento palestino para que las Naciones Unidas reconozcan que Israel comete el crimen contra la humanidad del apartheid y que reactive el Comité Especial de la ONU contra el Apartheid”.

Después de delegaciones de México y de los movimientos negros, indígenas y latinos en EE.UU., esta es la tercera delegación de ‘Mundo sin Muros’, invitada por la Campaña Popular Palestina contra el Muro del Apartheid (Stop the Wall). La iniciativa Mundo sin Muros surge no sólo del reconocimiento de que los “muros” físicos e inmateriales de injusticia están creciendo rápidamente en todo el mundo, sino que crea espacios para levantar nuestra mirada más allá de las crisis cada vez peores que enfrentan los pueblos en todo el mundo. Vemos más allá de los muros, dándonos cuenta de las luchas de otros pueblos y las conexiones entre ellos.

Jamal Juma’, coordinador de la Campaña Stop the Wall dice:

“El régimen de apartheid de Israel, la conquista de nuestra tierra y la limpieza étnica del pueblo indígena palestino es una práctica arraigada en el colonialismo europeo. Sentimos, por lo tanto, una profunda conexión con la lucha de los pueblos negros e indígenas contra el racismo estructural, el despojo de tierras y el genocidio en América Latina hoy”.

“Nos sentimos honrades de recibir esta delegación y confiamos de que este encuentro no solo apoyará nuestra lucha contra el apartheid israelí, sino que también fortalecerá nuestra lucha colectiva por la justicia, la libertad y la igualdad”.

La delegación también se ha centrado en el apoyo concreto que el apartheid israelí da a la represión y expropiación de poblaciones negras, indígenas y habitantes de barrios marginales, ya sea a través de tecnología militar y de vigilancia que exporta a América Latina o a través su tecnología agroindustrial, que apoya la privatización y el robo de recursos naturales.