El 21 y 22 de Marzo 2012, estudiantes de postgrado de la Universidad de Carleton University proclamaron de forma abrumadora su apoyo al pueblo palestino, votando para que los fondos de pensión se retiren de las compañías que son cómplices en la ocupación de Palestina. Como la votación tuvo lugar a través de una pregunta en referéndum, todos los estudiantes graduados tenían el poder de hacer oír su voz, y al final, sobre el 72 % tomaron unja posición de principios, votando para que Carleton se quede del lado de la justicia, la igualdad y la responsabilidad.
En el referéndum se le preguntaba a los estudiantes si apoyaban a Carleton para adoptar una política obligatoria para Inversiones de Responsabilidad Social que requeriría que la que la universidad retire sus inversiones de las empresas cómplices en ocupaciones militares ilegales y en otras violaciones de la ley internacional, incluyendo, pero no limitándose a: BAE Systems, Motorola, Northrop-Grumman, y Tesco Supermarkets. Estas compañías están directamente comprometidas en la esclavitud de los pueblos indígenas de Palestina, son cómplices en una ocupación militar ilegal yn de un sistema de apartheid que opera al contrario de la letra y del espíritu de la ley internacional.
En el 2008, se formó en la Universidad de Carleton Estudiantes Contra el Apartheid Israelí (SAIA por sus siglas en inglés), el grupo que encabezó la campaña del referéndum. SAIA se reunió en respuesta al llamamiento de la sociedad civil palestina de Julio del 2005 por el boicot, las desinversiones y las sanciones contra Israel hasta que este cumpla con la ley internacional y reconozca el inalienable derecho de los pueblos palestinos indígenas a la autodeterminación.
La idea de los derechos humanos internacionales fue un proyecto liberal occidental lanzado después de las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial; su progreso y su defensa han sido históricamente asunto de movimientos políticos y sociales, particularmente de las luchas anti-coloniales y anti-apartheid que han liberado a millones de condiciones horribles y opresivas en el siglo veinte. Donde muchas naciones han permanecido ociosas, mudas y por lo tanto cómplices, la sociedad civil ha dado pasos en el vacío y ha hablado con firmeza a favor de los oprimidos.
Ahora, los graduados de Carleton han votado si a las desinversiones, y a través de la victoria de este referéndum – que necesita ser formalmente ratificado por el consejo de la Asociación de Estudiantes Graduados en Abril – han dicho no a prestar sus ingresos y su imagen, como cuerpo académico, a la normalización de la ocupación militar, más arraigada por la aborrecible discriminación sistemática y otras violaciones a la ley internacional.
Esto señala la primera vez en el mundo en el que una pregunta en referéndum sobre la retirada de inversiones se ha hecho en un campus universitario, y es uno de los muchos resultados de casi cuatro años de campañas intensivas del SAIA. Los graduados retirarán sus inversiones y eso añade más fuerza a la creciente campaña de desinversiones del SAIA, que consiste en 2500 peticiones firmadas y del la aceptación de más de 25 clubes de estudiantes, sindicatos de trabajadores académicos, y centros de servicios universitarios en un movimiento estudiantil que se expande por el campus.
Aunque la administración de Carleton ha mostrado poco interés en retirar sus inversiones de las compañías arriba mencionadas o en adoptar un mecanismo obligatorio para impedir las inversiones no éticas en empresas que violan la ley internacional, los estudiantes han hablado y los graduados han votado explícitamente a favor de las desinversiones.
Una universidad es una institución académica compuesta por un cuerpo de estudiantes; su estructura financiera está enraizada en los ingresos por inscripciones y matrículas. Como tal, esta administración es responsable ante el cuerpo de estudiantes, y no apoyamos el aprovecharnos del abuso flagrante de los derechos humanos.
En 1988, El Grupo de Acción Anti Apartheid de Carleton obligó a la universidad a retirar sus inversiones de la Sud África del apartheid. No queremos que vuelva el sistema del apartheid de Sud África; por lo tanto no queremos el de Israel ahora. Saludamos a los graduados de Carleton por estar una vez más en el lado correcto de la historia!
Traducido del inglés por Juan M. Neira Cruz