Motorola a través de su subsidiaria de propiedad absoluta: Motorola Israel ofrece al Estado de Israel y su ejército cómplice de los crímenes de guerra y contribuye a la construcción y mantenimiento del Muro, los asentamientos y los puestos de control. Las prácticas de Motorola constituyen una clara violación del derecho internacional, incluido el IV Convenio de Ginebra y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. De acuerdo con las directrices de ética de la Municipalidad de Copenhague, que excluyen a las empresas en violación de las Convenciones de la ONU, el municipio fue obligado a excluir a Motorola de su cartera de inversiones hasta que se produzca el cese de la complicidad y la implicación con la violación israelí de esos tratados.
Este informe pretende ser una guía para los activistas que trabajan contra la participación de Motorola en la ocupación israelí.