El 16 de febrero de 2005, un artÃculo en un diario de Jerusalem destacando el Muro del Apartheid, fue publicado bajo la conjunta cooperación entre la Media Luna Roja Palestina, Medicins du Monde y los Médicos IsraelÃes por los Derechos Humanos. El artÃculo en árabe y hebreo, le pidió a los lectores que recortaran una serie de fotografÃas y que crearan sus propios montajes de la ârealidadâ palestina. ContenÃa estadÃsticas de los impactos en la salud por el Muro en la población palestina a través de posters artÃsticos. Para enfatizar la âco-existenciaâ natural de aquellos afectados por el Muro, el artÃculo rastreó el significado de la palabra âMuroâ. La raÃz de la palabra en árabe fue dada como âGederâ â igual que en Hebreo. De acuerdo al artÃculo la palabra en ambas lenguas podrÃan entonces ser procedentes del popular plato de comida âMjdaraâ. El Muro del Apartheid fue transformado a nada más que un absurdo juego de historia del lenguaje para enfatizar la co-existencia de ambas lenguas y cultura bajo el Muro.
El fondo de esto fue que los palestinos deberÃan de alguna manera conciliar su rabia y resistencia en contra del Muro racista. Asà como si uno se pudiese volver optimista observando la tragedia del Muro, a través de la percepción del lado suave, el suplemento sirvió para socavar el impacto demasiado real y devastador que tiene a través de la tierra y vida palestina.
La luz y esperanza que pestañó en el artÃculo fue asà como la de una vela en las tumbas del pueblo Palestino. Tal como el antiguo proverbio denota: el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones.
Lo que se convirtió crecientemente alarmante en el suplemento fue su negligencia de cualquier análisis polÃtico del Muro del Apartheid y los mensajes, se sepultaron debajo de su texto conciliatorio.
Lo primero que no fue mencionado y la posición más fundamental para ser tomada en cuenta para el Muro del Apartheid, fue su ilegalidad que fue declarada por decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para el desmantelamiento del Muro, y después una compensación adecuada. Incluso si el artÃculo fuera sobre asuntos de salud, los cuales son extremadamente significativos, entonces esto debió haber sido visto como presentado desde un contexto de la ilegalidad del Muro. La decisión de la CIJ, desde que fue anunciada se ha convertido en parte de la ley internacional que apoya nuestra lucha en contra del proyecto Muro del Apartheid y por la libertad. No podemos simplemente transar esta posición asà como si la decisión no existiera. La lucha Palestina en contra de el Muro, antes y después de la Haya, es una lucha en contra de todo el proyecto colonial sionista de asentamientos en Palestina. Si hay implicancias de salud que vengan del Muro Apartheid, entonces vienen de este proyecto acaparador. Tal verdad no puede ser arrastrada bajo la alfombra como si no existiera. Forma el punto de inicio para cualquier análisis, discusión y crÃticas en contra del Muro, empezando por las bases.
Es difÃcil por lo tanto entender las variadas justificaciones dadas en este suplemento, las cuales actúan para normalizar y legitimizar el Muro del Apartheid, y que ellos son de alguna manera âapolÃticosâ. Cualquier análisis objetivo debe estar basado en el entendimiento de que el Muro es ilegal. Es una base, intrÃnsicamente polÃtica pero también moral y ética, desde la cual comenzar.
Lidiar con el Muro como ilegal, e insistir en su desmantelamiento de acuerdo a la decisión de la CIJ, deberÃa ser la base para cualquier actividad en âconjuntoâ. De otra manera es pertinente preguntar – ¿cuáles son las metas para tales actividades âen conjuntoâ?.
El artÃculo pinta al Muro del Apartheid como un problema âhumanitarioâ que puede ser resuelto a través de la generosidad de la Alta Corte de Ocupación que demandó consideración de los efectos del Muro sobre el pueblo palestino, al tiempo que se construÃa. Luego emerge la posibilidad de traer fondos para servicios de salud adicionales.- ¿Acaso los problemas creados por el Muro del Apartheid desaparecen con la apertura de una clÃnica en la aldea de Azzun Atmeh? Ignorar el origen polÃtico del Muro sirve solamente para reforzar los objetivos de la ocupación de reducir la causa palestina meramente a un asunto humanitario que deberÃa ser tratado mediante fondos y compensaciones. Por el contrario, tenemos que lidiar con los problemas creados por el Muro del Apartheid, sobre la base de su ilegalidad y la demanda por su desmantelamiento, cualquier otra cosa es retórica vacÃa, ignorante del contexto polÃtico de la existencia del Muro mismo.
Los mapas impresos en el suplemento, fallan al incluir asentamientos (excepto por Beit Eil) como si el Muro no tuviese nada que ver con la anexión de más de 200 asentamientos a Israel. El Muro es el nivelador y el catalizador para el proyecto colonial sionista en Palestina. Hablar sobre el Muro del Apartheid sin hablar de los asentamientos y las carreteras exclusivas para judÃos y sistemas de seguridad que lo respalda â confiscando 47% de Cisjordania – oculta el echo de que en el corazón de la lucha palestina está la resistencia a la expansión de asentamientos coloniales. Incluso antes de la construcción del Muro aún estaba el dedo del bloque Ariel y la judaización de Jerusalén por Gush Atzion y Maâele Adumim…
Más adelante en el artÃculo tratan las tierras aisladas entre el Muro y la LÃnea Verde (frontera del 48), como si ambos, palestinos y colonos, fueran iguales. Esto es peligroso en dos maneras. Sugiere que dos grupos están âafectadosâ por el Muro. Da la ilusión de que el Muro y la confiscación de la tierras y las redes caminos exclusivos, y campos militares, puntos de monitoreo y puestos de chequeo (checkpoints) y todo de este sistema de Apartheid que esta siendo expandido por Israel sobre Cisjordania, no estaba ahà para beneficiar y servir a los colonos.
Los colonos en Cisjordania son destacados en el suplemento como âisraelÃesâ dando la impresión de que fueran simplemente otro tipo de âresidentesâ, ocultando la naturaleza colonial del proyecto sionista que amenaza la existencia de la vida palestina.
Finalmente el suplemento falló al no considerar a Jerusalén como una ciudad ocupada. Cuando habló sobre el número de colonos, ignoró totalmente los colonos de Jerusalén, asà como ignoró los palestinos en el este de Jerusalén, dando a Jerusalén para que sea la capital de Israel. ¿Son esas buenas intenciones también? ¿O busca el artÃculo cumplir con la agenda de normalización e institucionalización de este Muro del Apartheid dentro de las conciencias palestinas?