Análisis político sobre la firma del TLC entre el MERCOSUR e Israel
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Análisis político sobre la firma del TLC entre el MERCOSUR e Israel

***image1*** En mayo de 1949 las Naciones Unidas aceptan como miembro a Israel, bajo la condición de respetar todos el cuerpo legal que la ONU haya aprobado, tanto con anterioridad, como luego de su incorporación. Sin embargo, y desde la creación de Israel en mayo de 1948, las Naciones Unidas han aprobado cientos de resoluciones exigiendo a Israel respetar los derechos de la población palestina, las cuales han sido desoídas y violadas flagrantemente.

Israel no sólo viola las resoluciones decretadas por la ONU, sino también la Declaración Universal de los Derechos Humanos, IV Convención de Ginebra, la Declaración de los derechos de la Infancia, además de muchas otras leyes internacionales.

En junio del año 2002, Israel comenzó la construcción de vergonzosamente conocido Muro del Apartheid que ya está encerrando a gran parte de la población palestina de Cisjordania, destruyendo todo a su paso y anexionando gran cantidad de territorios donde actualmente se están construyendo y ampliando nuevos asentamientos de colonos ilegales. Además Israel está construyendo carreteras exclusivas para esos colonos que surcan todo el territorio palestino, convirtiendo a cada ciudad o aldea en un bantustán aislado del resto del territorio palestino. Para entrar o salir de esos bantustanes, la población palestina debe sufrir varias horas de humillación en las puertas y terminales que Israel ha construido para decir a la comunidad internacional que el Muro “no encierra a los palestinos”. Sin embargo, a veces, luego de 6 horas de espera, sólo la voluntad del soldado israelí de turno permite que una persona cruce o no dicho “punto de control”. Y peor aun es la vida de la población palestina que ha quedado del “otro lado del Muro”, pues ahora tienen que pedir un permiso especial sólo para vivir en sus casas y trabajar sus tierras, esto sin contar que han sido aislados de sus familias y de los servicios básicos que han quedado al “otro lado del Muro”.

El 9 de julio del año 2004, la corte Internacional de Justicia (CIJ) decretó que el Muro es ilegal, que “Israel tiene la obligación de poner fin a sus violaciones del derecho internacional; tiene la obligación de detener de inmediato las obras de construcción del muro que está elevando en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén oriental y sus alrededores, desmantelar de inmediato la estructura allí situada, y derogar o dejar sin efecto de inmediato todos los actos legislativos y reglamentarios con ella relacionados”. Además, “Israel tiene la obligación de reparar todos los daños y perjuicios causados por la construcción del muro en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén oriental y sus alrededores”.

Pero también decretó: “Todos los Estados tienen la obligación de no reconocer la situación ilegal resultante de la construcción del muro y de no prestar ayuda o asistencia para el mantenimiento de la situación creada por dicha construcción; todos los Estados partes en el Cuarto Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra de 12 de agosto de 1949 tienen además la obligación, dentro del respeto por la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, de hacer que Israel respete el derecho internacional humanitario incorporado en dicho Convenio”.

Luego de eso, las Naciones Unidas decretaron otra resolución que sólo sirvió para aumentar el número de resoluciones de la ONU que Israel incumple, pero que pasó al olvido tal como ha pasado con las otras. Mientras tanto, los grandes bloques económicos y la mayoría de los países de la comunidad internacional han ido en ayuda de Israel, contradiciendo incluso el mandato de la ONU y sus órganos oficiales.

Ya a mediados del año 2004, desde el Banco Mundial se comenzaron a impulsar iniciativas para “humanizar” el Muro del Apartheid, a través de documentos como “Disengagement, the Palestinian Economy and the Settlements” (Desconexión, la economía palestina y los asentamientos, septiembre 2004) y “Stagnation or Revival: Israeli Disengagement and Palestinian Economic Prospects” (Estancamiento o reactivación: desconexión israelí y perspectivas económicas palestinas, diciembre 2004), junto a la organización de “conferencias donantes” y de las Instituciones Financieras Internacionales (IFI’s) durante el 2005.

Siguiendo esa línea, Israel ha comenzado una política agresiva de negociación de acuerdos de cooperación con otros países incluyendo a los países de Medio Oriente, de África y los países latinoamericanos, usando para ello el teatro mediático de la “Desconexión de Gaza” y los “consejos de desarrollo económico” que venían del Banco Mundial.

De esa forma, en lugar de escuchar el mandato de la Corte Internacional de Justicia, los gobiernos del mundo comenzaron a negociar con Israel, fortaleciendo así tanto los lazos económicos con el apartheid israelí, como dándole la impunidad política necesaria para seguir cometiendo sus incesantes violaciones al derecho internacional y mostrando su complicidad con éste. En lugar de presionar y sancionar a Israel, los gobiernos del mundo prefieren financiar y cubrir sus crímenes.

Encarando esta situación, la Sociedad Civil Palestina, lanzó el llamado a todos los activistas alrededor del mundo a realizar campañas de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel, tanto para presionar a los gobiernos de todos los países a cumplir con lo que votan en Naciones Unidas, como para presionar directamente a Israel y conseguir así que se ponga fin al racismo y el colonialismo sobre Palestina.

Este llamado ha sido repetido en casi todas las conferencias y foros internacionales de la sociedad civil mundial:

Conferencia de Beirut (septiembre 2004), Foro Social Mundial de Porto Alegre (enero 2005), Conferencia de El Cairo (marzo 2005), Foro Social Europeo, Foro Social Mundial de Caracas (enero 2006), etc.

A nivel mundial ha tenido algunos ecos, logrando resoluciones de boicot académico en importantes asociaciones de docentes en Gran Bretaña y Brasil, campañas de boicot en varias ciudades, como en el País Vasco, Irlanda y Noruega, y mociones aprobadas en los sindicatos de varios países a favor de este tipo de campañas.

Contrario a todo eso, el bloque del MERCOSUR, que para muchos en el mundo era una muestra de un “progresismo alternativo” desde Sudamérica, ha elegido seguir la línea marcada por el Banco Mundial y los Estados Unidos. En esa línea, el MERCOSUR está intentando firmar de manera apresurada y escondida un Tratado de Libre Comercio con Israel.

Nosotros, activistas de Latinoamérica nos hemos enterado por casualidad, pues los gobiernos del MERCOSUR no anunciaron al público el inicio de las conversaciones hasta tener bien avanzadas las negociaciones. ¿A qué tienen miedo?

Resulta extraño tanto interés entre los gobiernos del MERCOSUR, cuando la balanza comercial favorece con creces a Israel y cuando las mayores ganancias de los países del MERCOSUR al comerciar con Israel provienen principalmente de productos de bajo valor agregado como carnes y soja, mientras que Israel les vende principalmente su producción de tecnología de avanzada, lo que va en desmedro del sector industrial de los países del MERCOSUR.

Mientras dichos gobiernos realizaban con pompa la “Cumbre América del Sur-Países Árabes”, estaban comenzando secretamente las negociaciones para este TLC.

Mientras Lula y Kirchner rechazan el ALCA en la Cumbre de las Américas en Mar del Plata, y declaran seguir una línea progresista junto a Venezuela, al mes siguiente firman el Acuerdo Marco para dicho tratado.

Mientras en el 9º congreso de la CUT-Brasil Celso Amorim, Ministro de Relaciones Exteriores declara que el gobierno brasilero está “comprometido con la soberanía y la autodeterminación de los pueblos” y que “el sostenimiento de la paz y de soluciones diplomáticas es por medio de la ONU”, al ser consultado por la forma del TLC declara que “la contribución para una resolución pacífica del conflicto pasa por que nosotros mantengamos relaciones comerciales con Israel”.

Mientras en Uruguay la opinión pública debate y se opone abiertamente a un TLC con EEUU, su gobierno firmará el próximo 21 de julio el Tratado de Libre Comercio, junto a los otros tres miembros del MERCOSUR.

Mientras Hugo Chávez y Fidel Castro serán recibidos por los movimientos sociales durante la Cumbre de los Pueblos que se realizará de manera paralela a la Cumbre de Presidentes del MERCOSUR, los funcionarios israelíes estarán firmando el tratado que amarrará a gran parte de Latinoamérica a la complicidad con Israel.

Es hora que todos los movimientos sociales, partidos políticos, asociaciones de académicos, economistas, agrupaciones religiosas, artistas, empresarios, trabajadores, estudiantes, personas individuales, y todos los sectores de la sociedad civil latinoamericana se levanten y exijan a los gobiernos del MERCOSUR que se abstengan de firmar este tratado. No queremos mancharnos las manos con la sangre del pueblo palestino.

La firma se pretende realizar el 21 de julio en Córdoba, Argentina, es decir, en menos de un mes más. Sin embargo, todos los tratados antes de entrar en vigencia deben ser ratificados por los parlamentos de cada uno de los países involucrados.

Además, según el Artículo 10 del Acuerdo Marco, una vez que el tratado entre en vigencia, tendrá una duración de 3 años renovables automáticamente si ninguna de las partes se opone.En otras palabras, aun tenemos tiempo para revertir esta situación.

Aún podemos evitar que se firme el tratado en Córdoba. Si éste se firma, aún podemos evitar que se ratifique en los parlamentos brasilero, argentino, uruguayo y paraguayo.

Si éste se ratifica, aún podemos generar y fortalecer una campaña en toda Latinoamérica para derogar este tratado.

Es tiempo que Israel sea aislado de una vez por todas y es nuestra responsabilidad hacer todo lo posible para que esto sea logrado.

¡NO al TLC entre el MERCOSUR e Israel!
¡Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel AHORA!
¡Viva Palestina libre!