Con el comienzo del Ramadán, la compañía estatal israelí de aguas Mekorot cortó el suministro en el Norte de Cisjordania. Las zonas más efectadas son actualmente las gobernaciones de Nablus y Jenin. Al mismo tiempo, Mekorot garantiza el suministro total de agua a los asentamientos ubicados en la misma zona. Hasta ahora, la empresa no ha ofrecido ninguna justificación por los cortes. Mekorot ha estado imponiendo un sistema de apartheid del agua desde hace mucho tiempo sobre el pueblo palestino, revendiendo el agua palestina a los mismos que se les a robado. En este momento a los palestinos no se les permite disponer libremente de sus recursos acuíferos y dependen de Mekorot para el 60% de sus necesidades básicas de agua.
Cuando empezó el Ramadán el 6 de Junio, los palestinos de unas treinta aldeas en Jenin y en las aldeas cercanas a Nablus se encontraron con escasez de agua. Algunas aldeas ya llevan casi cuarenta días sin agua. La gente está obligada a ir a comprar agua a precios exorbitantes de camiones cisternas o encontrar otros pozos o Fuentes en su vecindad, como los pozos locales. Sin embargo, Israel niega a los palestinos el acceso a la mayoría de esos pozos, especialmente en el Valle del Jordán. Comprar agua de los camiones cisterna incrementa el coste del agua en unos 250 NIS por familia; un gasto que un montón de familias no pueden permitirse.
Cortar el agua en el Mes Sagrado es extremadamente violento. Este mes para los musulmanes palestinos es un mes de espiritualidad y de cercanía con Dios, pero también una reunión y un encuentro familiar. Durante Iftar, las familias comen juntas y esperan el Sahur para acostarse. Sin agua, estas reuniones y rituales se vuelven casi imposibles. Peor aún, actualmente hace mucho calor, con temperaturas en el Valle del Jordán que alcanzan los 50 grados.
Mekorot ha estado violando sistemáticamente los derechos humanos palestinos desde 1950, cuando construyó el depósito de agua nacional israelí que desvía el agua del Río Jordán para servir a las necesidades de los ciudadanos israelíes. Mekorot ha creado el mito de un desierto que la empresa fue capaz de convertir en un jardín floreciente. Esta retórica no refleja la verdad. La Palestina Histórica es de hecho una tierra llena de recursos acuíferos. Mekorot está actualmente operando en 42 pozos en Cisjordania, especialmente en el Valle del Jordán, dándoles agua a los asentamientos y, por lo tanto, aprovechándose de ellos. La inmensa mayoría de los pozos con los cuales Mekorot está operando en Cisjordania solían ser los pozos de las aldeas. Los palestinos ahora tienen prohibido el acceso a ellos y deben confiar en comprar el agua de los camiones cisternas. Otros pozos están ahora aislados de las aldeas palestinas por la construcción del muro del apartheid, y Mekorot se ha apoderado de algunos de ellos, con lo que se aprovecha directamente de los asentamientos ilegales, de la apropiación ilegal de los recursos acuíferos y del Muro.
La discriminación contra los palestinos, además de en este momento específico del año, es sistemática: durante los períodos ‘normales’, p.e. cuando a los palestinos se les da agua, su consumo es de 70 litros per cápita al día frente a los 300 litros per cápita al día de los israelitas y muy por debajo de los 100 litros al día per cápita recomendados por la Organización Mundial de la Salud. En algunas zonas rurales, el consume de agua per cápita solo llega a los 20 litros por día.
La dependencia del agua de los palestinos es vital para las políticas israelíes de apartheid u transferencia forzosa de población. Cuando la gente no tiene acceso al agua, entonces su vida se hace insosenible. Desde 1967, a los palestinos se les ha impedido contruir su propio sistema de extracción de agua. Los palestinos no tienen accedo libre sus propios recursos acuíferos. La dependencia del agua por supuesto afecta tanto al sector agrícola como al industrial en Palestina