El viernes pasado, 8 de marzo, Stop the Wall organizó una manifestación en cooperación con las organizaciones locales en Sabastiya y en el distrito de Salfit para protestar contra el asentamiento de Shafi Shomron. Shafi Shomron ha hecho la vida imposible a los aldeanos en innumerables aspectos. Los manifestantes fueron reprimidos por las fuerzas de ocupación, que dispararon gases lacrimógenos y bombas de sonido a la multitud.
El asentamiento Shafi Shomron ha sido construido sobre tierras palestinas confiscadas y a menudo hay casos de violencia de los colonos contra los aldeanos. No sólo los palestinos sufren con asaltos y ataques, también existe el problema de las aguas residuales no tratadas del asentamiento que llegan a los alrededores de la aldea, convirtiendo el espacio en un vertedero abierto. El agua residual afecta a más de 500 dunoms de tierras palestinas pertenecientes a los pueblos de Sabastiya y Der Sharaf, en Salfit. A veces llega hasta las casas palestinas.
Sabastiya, ubicada en el norte de Cisjordania, a 18 km de la ciudad de Nablus, es conocido como uno de los sitios arqueológicos más importantes de Palestina por tener patrimonio histórico de diferentes épocas, especialmente de la época romana. Además de afectar el turismo local y por lo tanto una importante fuente de sustento, otro peligro que amenaza a los palestinos locales con la extensión de las aguas residuales es la contaminación de la tierra, lo que torna inviable la agricultura. Por encima de todo, el agua residual contamina el pozo del agua subterránea que suministra toda la zona de Nablus.
Esta región es una de las áreas clave que están bajo el ataque de los colonos y las fuerzas de ocupación, así como las del sur de Hebrón, Valle del Jordán y la parte oriental de Jerusalén, la zona denominada área de expansión E1.
Abandonar aguas residuales procedentes de los asentamientos en aldeas palestinas vecinas es de hecho una política común y que está sucediendo en toda la Cisjordania. Esta práctica es una de las herramientas utilizadas para la ampliación y construcción de asentamientos sin tener que invertir en infraestructura adecuada, pero lo más importante es que de esta manera la ocupación racista israelí asegura que la tierra alrededor de los asentamientos está contaminada e imposible de usar, aislando los agricultores palestinos y justificando aún más confiscación de sus tierras. No sólo eso, obligar la gente a vivir entre los desechos de los colonos es una forma asquerosa de acoso y la humillación de los palestinos, y otro intento de hacerlos salir de sus casas, dejadas a ser tomadas por los colonos.
Otro de los puntos críticos de esta práctica es que la política de aguas residuales utilizada para expulsar a la gente esta en marcado contraste con el intento israelí de promoverse a sí mismo y sus empresas, como Mekorot, y otras empresas de gestión del agua y agro-negocios, como líderes en la gestión de residuos y agua y en los negocios de “tecnología verde” .
Antes de todo esto, la gente de Sabastiya demanda salvar su tierra y cosecha de la destrucción y la contaminación por los asentamientos y Stop The Wall llamma por medidas inmediatas de boicots y sanciones que deben adoptarse contra las empresas israelíes del agua y agrocomerciales, diciendo la verdad detrás del discurso “ambiental” de Israel.
